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¡Por Fin!

El 24 de marzo del cursante año, en este mismo espacio, me referí al atraso en la obra del Mirador Turístico de Santo Ecce Homo; hablaba en aquella oportunidad, de la envidia que sentíamos los vallenatos por el monumento Cristo Redentor, situado en el cerro El Corcovado, de Río de Janeiro (Brasil). Señalaba también, que la citada obra, estaba llamada a convertirse en otro elefante blanco, como es el caso del Hospital Concepción Pérez y más recientemente el famoso Centro Comercial para Vendedores Ambulantes y Estacionarios, para vergüenza de nuestros dirigentes; finalizaba instando a las autoridades para que se buscara una pronta solución, acotando textualmente lo siguiente: “El momento actual es propicio pues nos encontramos en plena campaña política”.

Como por milagro de “¿Santos?”, los inconvenientes en la tramitología de los permisos, las zonas de reserva forestal, el Ministerio del Medio Ambiente, La C.A.R. y la Contraloría ente otros intríngulis burocráticos, parecenhaber llegado a su fin, para alegría del pueblo católico, que se apresta a recibir la obrade su santo patrono, con alborozo y auténtico fervor cristiano de toda la feligresía cesarense.

Por fin, El Mirador de Santo Ecce Homo, después de muchos ires y venires se convertirá, en el corto plazo, en una realidad, pues así lo afirmó nuestro Alcalde,FredysSocarrás Reales, cuando manifestó para este medio, su deseo de cerrar este capítulo mejorando además la arborización, empedrado de la vía,como también obras de recuperación del río Badillo, que nos preparan para sortear con éxito el fenómeno del Niño.

La obra en cuestión, será también un aporte valioso, al turismo, pues muchos los foráneos que con frecuencia nos visitan, se darán cita para contemplar el monumento y desde allí divisar la hermosa e hidalga capital mundial del vallenato. Empero, las autoridades deben estar alerta para que el lugar no se convierta en zona de consumo de alucinógenos, de actos delictivos, y en general delenocinio, pues ello causaría el efecto contrario, ya que la inseguridad alejaría del lugar a los potenciales visitantes, y daría al traste con la imagen de pueblo pacífico y acogedor que tenemos.

Ahora bien, sí esta buena nueva, resulta ser falsa, pues que se adelanten las investigaciones pertinentes a fin de determinar el daño patrimonial ocasionado al municipio y caiga sobre los responsables todo el peso de la ley. Pues con el sentimiento religioso de un pueblo, no se juega.

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Dario_Arregoces: