En Valledupar la ministra del Trabajo, Alicia Arango Olmos, socializó la nueva política pública de empleo del país, la cual pretende ofrecer mejores servicios para la población con énfasis en aquellos que enfrentan barreras para acceder al mercado laboral y a la seguridad social. “Dentro de la política de empleo el Ministerio de Trabajo tiene tres prioridades importantes que están enmarcadas en la actualización de la normatividad laboral y de seguridad social de Colombia. La primera es asegurar la formación de competencias pertinentes y de calidad para el empleo; en segundo lugar, ampliar e impulsar el Servicio Público de Empleo para la inclusión laboral; y un tercer aspecto tiene que ver con incentivar el emprendimiento y el fortalecimiento empresarial”
La ministra no pudo escoger un mejor escenario, pues en Valledupar el desempleo es galopante y preocupante. Al corte febrero – abril de 2019, según mediciones del DANE la ciudad registró una tasa de desocupación equivalente al 16.4 por ciento.
El observatorio de Gobierno Urbano de la Universidad Nacional consigna que el empleo es un asunto complejo porque depende de la vocación de la ciudad. En ese sentido es evidente la exigua la preocupación en Valledupar, para entender su vocación empresarial, los cambios ni los fenómenos de las tendencias socioeconómicas por la cuales transita la humanidad. Erróneamente siempre se ha creído que era suficiente con las prácticas convencionales del sector agropecuario, nunca advirtieron la evolución tecnológica, el impacto ambiental ni el crecimiento poblacional.
La humanidad está enfrentando la irrupción de la IV Revolución Industrial. Las estrategias gubernamentales y empresariales están enfocadas en aprovechar e incursionar en el desarrollo de la inteligencia artificial y la hiperconectividad, asimismo, en el diseño de escenarios para pronosticar el impacto previsto en el ámbito laboral, estimando que sus manifestaciones se darán de forma diferente en las distintas regiones del mundo.
En diferentes ocasiones a través de esta tribuna he llamado la atención sobre las dificultades perennes en Valledupar para emprender procesos de desarrollo de manera holística e interinstitucional, seguir actuando de manera aislada es desfavorable para la consecución de los objetivos. Crear empleos no tiene fórmulas mágicas, la gestión empresarial es la vía más expedita. Mediante la política pública de empleo, deben surgir alternativas para la valoración del extenso diagnóstico, una política sin acción es letra muerta. Estos instrumentos de gestión probablemente puedan responder la pregunta: ¿Por qué un inversionista decidió instalarse en otro país (municipio) y no en el mío?
Para resolver el interrogante y convertir en alternativa la política de empleo es menester que en la misma mesa converjan los gobiernos territoriales, las universidades, los gremios y partes interesadas que sumen y conozcan el entorno. La mezquindad y la vanidad del gobernante son condiciones erróneas como la visión cortoplacista. La ciudad ya no es de casitas de bahareque, sino un sistema en constante evolución, deben analizarse los sectores económicos y revisarse el proceso de burbuja de la explotación del carbón, porque luego de dos décadas no hubo encadenamientos productivos ni enlaces empresariales, mientras el mundo desarrollado procura el desuso de los combustibles de origen fósil.
Debido a los permanentes cambios sociales, económicos y el futuro de los trabajos, termino con esta reflexión de Tom Peters: “Si en los tiempos actuales no se siente usted confuso… es que no está prestando suficiente atención”
@LuchoDiaz12