La Semana Santa, transcurrió en total orden, el comportamiento del público insuperable. Sin discusión alguna, los aplausos y las felicitaciones se las llevó la Policía Nacional en cabeza del actual comandante del departamento de Policía Cesar, coronel Juan Alberto Libreros. Ese parte de tranquilidad y seguridad que vivimos en esos días santos fue una realidad, hubo presencia y vigilancia permanente de la policía y me atrevería a decir también al juicioso y cuidadoso ejercicio de rigurosa planeación y estrategia ejercida por ellos, que esperamos la prolongue hasta la Fiesta de la Virgen del Rosario y 47 Festival de la Leyenda Vallenata que inicia el 29 de abril hasta el 3 de mayo, en donde se darán cita de nuevo los juglares descendientes de Francisco ‘El Hombre’ y harán presencia los mejores exponentes del son, puya, paseo y merengue, además del concurso de piqueria.
Tratando otro tema, no está de más recordarles a mis lectores que el mes de abril, es el mes de los Niños y apropósito de esta celebración que los vallenatos debemos festejar con diversos actos, conviene volver sus ojos hacia los deberes y obligaciones que los mayores tenemos hacia los niños, su presente y su formación moral y su educación, todo lo cual se traduce en capacitación para hacerle frente al futuro.
Si bien es cierto que el desarrollo físico, la salud y demás factores similares han de ser objeto de primordial atención en el tratamiento de la infancia, hay que destacar el ambiente, las buenas costumbres. El cariño y la consideración con que los niños deben ser orientados hacia el tiempo por venir. En la infancia está la raíz misma de la personalidad, y con este criterio han de desenvolverse toda actitud ante ellos, que son la esperanza de la nacionalidad.
Pero hay otra clase de niños que no tienen doliente, víctimas de la violencia y el conflicto armado, abuso sexual, la pobreza y la miseria, el maltrato y el abandono que han tocado en lo más profundo nuestra sensibilidad. Por eso levanto con indignación mi voz de protesta para decir que nuestros niños no pueden seguir viviendo como viven, deben ser los principales receptores de los buenos ejemplos de la solidaridad social y la cooperación. Más que todo, niños y niñas esperan la llegada del amor.
POSDATA: Lastima, muchos lambones entre políticos y seguidores con la llegada de Uribe, en vez de venerar a Santo Ecce Homo, se le arrodillaban y oraban a Uribe, partía de vividores, bellacos y sinvergüenza. Felicitar al padre Jesús Alberto Torres, por los actos litúrgicos. Y finalmente LO MALO DE SEMANA SANTA: La vagabundería de las cama-bajas que en plena celebración de la misa y procesión quisieron llevarse las motos de los nazarenos, hasta que al presbítero Jesús Alberto Torres le tocó intervenir ante las autoridades y apaciguar los ánimos