Especialistas coinciden en que leer da libertad, hace menos profundas las injusticias y crean una buena ciudadanía. El escritor peruano Mario Vargas Llosa afirma que al leer “nos preparamos para combatir la injusticia”. El Nobel de Literatura 2010, quien se encontró con los libros a los cinco años de edad e hizo de ellos un refugio que lo resguardó del autoritarismo y la violencia de su padre, piensa que la literatura “es un arma maravillosa que hemos encontrado para hacer menos profunda e irreversible la injusticia”.
Esta introducción la desarrollo con algo que encontré leyendo por ahí y que me permitieron hacer un análisis sobre el poder de la lectura, y darle el sentido real a lo que deseo exteriorizar y resaltar como algo muy positivo.
El fin de semana pasado, desde el 29, 30 de junio y primero de julio, la Caja de Compensación Familiar del Cesar –Comfacesar- y su centro de biblioteca y cultura que fue bautizada con el nombre de una matrona de esta ciudad ‘Mercedes Romero de Quintero’ -genial esto-,
por iniciativa de María Lourdes Peralta, quien gestó la idea, desarrolló el Primer Concurso de Lectura en Voz Alta; este concurso contó con la participación de un nutrido grupo de niños representantes de varias instituciones educativas de esta ciudad, niños de 4 y 5 grado de primaria y otro grupo con niños de 6 y 7 del nivel secundario.
¿En dónde está la gracia de todo esto que les cuento? Son varias cosas, por un lado fui espectador en primera fila del evento, junto a otras personas que prestaron sus condiciones profesionales y nos brindaron el honor de ser jurados en el programa; allí nos encontramos con un nutrido grupo de niños muy formales, con gracia, llenos de capacidad y algo bien importante, sentían el apoyo de sus padres y docentes de la instituciones a las cuales representaron. Al final, en la labor ingrata del jurado, se debió escoger a tres niños de cada grupo, que despuntaron en la lectura con estrechos márgenes entre sí y con respecto al resto del grupo, vi como verdaderos ganadores a todos los niños, quienes a pesar de afrontar cosas novedosas, por ejemplo su propio nerviosismo al tener que leer en una tarima, con un micrófono al frente, leyendo un texto que no conocían, con palabras que les generaron ciertos lapsus y vacilaciones, con un centro comercial full de gente, antes gracia todos estuvieron a la altura, al final son ganadores: los docentes, los padres de familia, las directivas de la biblioteca Comfacesar y todo el equipo de colaboradores; pero más allá, quienes más ganan, insisto, son los niños que deben entender, igual que los adultos, que la lectura les abre puertas, les llena de esperanzas, los educa y los hace excelentes profesionales.
Estos eventos deben fomentarse, hay que invertir más en la educación, hay que abrir más salones de lectura, bibliotecas de aulas en todos los colegios. Seguir cultivando en ellos el amor por los libros, alejarlos más de los Iphone, tablets, redes sociales, twitter, y demás cosas de esas que atrofian; niños es mejor leer. Pues leer da sueños. Sólo Eso.