Luego de las elecciones del 13 de marzo el mapa político quedó claro. En la pasada columna vaticiné los resultados y hoy paso a cobrar por mis aciertos. El tema electoral me apasiona y lo vengo estudiando desde hace varios años, no sólo en el caso de las elecciones colombianas sino también en países con los que tengo vínculos fuertes como Estados Unidos, México, Alemania, España y el Reino Unido.
Analicemos los resultados, quiénes ganaron y quiénes perdieron.
La extrema izquierda eligió a Petro como era de esperarse. Efectivamente tuvo la mejor votación de su historia en unas elecciones legislativas pero no lo que esperaba. Lejos de los resultados del 2018 Petro logró la nominación pero sabe que no ganará en primera vuelta. Es más, está cerca de su techo según las encuestas. Esto se le embolató. Ingenuamente afirman que los votos de Francia Márquez se endosarán a Petro; la derecha votó por Francia -conozco a varios que lo hicieron-, la hizo fenómeno electoral, minó a Petro y votará diferente el 29 de mayo. Panorama oscuro, triste y turbio. Están desesperados. El oso fue todo de Romero, así lo vaticinamos.
La Centro Esperanza fue el gran fracaso de la jornada. Efectivamente ganó Fajardo pero con una votación menor a la de Francia Márquez. Saben que no son opción de poder, que el país se fue para los extremos. El centro es confuso, etéreo, no logró cautivar. Están embolatados, se volvieron un encarte y no saben qué hacer. El oso vaticinado hace meses: Alejandro Gaviria. Se mostró como antirégimen cuando es producto de Santos. Él y su esposa se quedaron sin trabajo, lamentable.
El Equipo por Colombia la sacó del estadio. Obtuvo una muy buena votación, está unido, es coherente e incluyente, convoca, refresca la política y especialmente sabe que, de hacer las cosas correctamente crecerá como espuma y llevará a Fico a la Presidencia. Esta coalición ganó con el voto de opinión y recibirá el apoyo de las maquinarias el 29 de mayo. Quedó en el mejor escenario. Las bases uribistas cerraron filas sin importar la posición oficial del Centro Democrático y votaron por Fico. Zuluaga, en un acto digno de reconocer, envió un mensaje contundente que pone presión a personajes como Rodolfo Hernández. Fico iniciará un diálogo con diferentes sectores y conminará a las FARC para que cumplan el mal llamado acuerdo de paz; ¡no más conejo! Aquí está el próximo Presidente. El oso: Peñalosa que quedó de último; mal político pero buen ejecutor que seguro hará parte del próximo gobierno al igual que Barguil.
En el Congreso la extrema izquierda tendrá un 15% y se anticipa una gran alianza que aglutine al 70% de congresistas para que Fico tenga una gobernabilidad tranquila. Se quemaron varios que Mockus arrastró hace 4 años, así como uribistas que jalonó el expresidente. Quienes decían que el capitolio tendría mayoría comunista, se rajaron; así lo vaticiné.
En resumen, ¿quiénes ganaron, perdieron y no dieron de qué hablar?
Ganadores: Fico, Francia, la derecha, Miguel Uribe, María Fernanda Cabal, los partidos tradicionales, el Congreso que se salvó de la debacle comunista, las instituciones, Carlos Amaya -llegó a su techo pero llegó-, Oscar Iván Zuluaga -caballero para quien primero está el país-, el gobierno Duque -se mantendrá su modelo de estado- y Colombia.
Ni fu ni fa: Petro, el Centro Democrático, Salvación Nacional -renació pero no logró escaños-, la Registraduría, Álvaro Uribe – que perdió en el Congreso pero volverá a tener Presidente-.
Perdedores: Fuerza Ciudadana de Carlos Caicedo, Antonio Sanguino, Fajardo y todo su combo, los Galán y su desdibujado Nuevo Liberalismo -su papá pensaba y actuaba muy diferente-, Santos, Alejandro Gaviria, Peñalosa, el prepotente senador Bolívar, la primera línea, los sindicatos y sus paros, los que esperaban la llegada del Castro Chavismo al país.
Pronto vendrán análisis más extensos sobre lo que pasó y lo que viene para Colombia. Lo que sí está claro es que votaré en las presidenciales porque estaré en el país y lo mejor: votaré a conciencia. Podemos dormir tranquilos.