La pobreza en México ha aumentado a pesar de los programas de gobierno. Subieron de 8.9 a 9.8 millones las personas que no cubren su gasto alimentario causado por la crisis del covid, que además cobró la vida de 320.000 mexicanos. Retrocedieron avances logrados históricamente en materia de desarrollo social y no se han mitigado aún los estragos de la pandemia.
Informes oficiales de 2018 indican que 61 millones de mexicanos vivían con ingreso inferior a la línea de pobreza, después del Covid subirá a 70 millones. Son efectos de restricciones económicas y falta de programas de desarrollo social que impacten con eficiencia el bienestar de la población. Un 42% de mujeres se encuentran en situación de pobreza y 7.4% en extrema pobreza. Una de cada seis mujeres en México no acceden a la canasta alimentaria y 14% no tiene servicios de salud.
No se cumple la tarea que AMLO se había autoimpuesto, se desnuda la realidad de la pandemia y obliga a una reestructuración de programas que ataquen la pobreza multidimensional.
El “Consejo Nacional de evaluación de la política desarrollo social” (Coneval) ha ratificado la cifra de 56 millones de pobres. Sus mediciones de pobreza incluyen el rezago educativo, acceso a la salud y seguridad social, calidad de la vivienda, servicios públicos básicos, y alimentación. Gran preocupación de analistas económicos.
El 28% de los niños menores de cinco años tiene problemas de nutrición. Existen también problemas psicológicos y emocionales por falta de empleo y de medios de subsistencia. Los estados más afectados por la pobreza son: Chiapas con 76% de la población, Oaxaca con 67%, Guerrero con 65% y Puebla con 64%. Esta situación obliga a trabajar para mejorar los ingresos laborales, y mayor ingreso de los empleos formales. Un 83% de los jóvenes en México tiene dificultades para emplearse.
Preocupan los 33 millones de mexicanos que no acceden al sistema de salud, por lo que se deben incrementar su gasto en un 20% según la Ocde (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), México solo le destina el 2.8% del PIB para mejorarla.
Del análisis social concluimos que la violencia y la inseguridad afectan la economía y le impiden crecer. México tiene el más alto gasto militar en 2020, mientras que el de seguridad pública estuvo en su punto más bajo. Los gastos del gobierno dedicados a manejar la violencia fueron de US $30.000 millones.
La actividad de narcotraficantes en México está atada a procesos de corrupción, y se considera su mayor y más grave problema. En 53 municipios mexicanos hay presencia de organizaciones criminales con una relación estrecha con las administraciones locales. Después de 15 años de violencia el negocio del narcotráfico lo disputan 8 carteles de la droga qué son el dolor de cabeza de las autoridades mexicanas y estadounidenses.
Los Carteles de Jalisco, Nueva generación, Sinaloa están tipificados como las organizaciones más peligrosas del mundo y están involucrados en el negocio de una droga sintética como el fentanilo, que se elabora con precursores que vienen de Asia y entran por los puertos de Manzanillo y Lázaro Cárdenas, y finalmente llega a Estados Unidos donde hay un creciente mercado.
Hoy por hoy el cártel de Sinaloa es el dolor de cabeza de Estados Unidos, también están los carteles del Pacífico, del Golfo que es de las organizaciones más antiguas de México, y que trafican con cocaína marihuana, heroína, introduciendo su mercancía a través de Texas. También los Zetas, primer cartel que utilizó la violencia extrema. Situación por demás compleja.