Aunque ha avanzado, el Caribe colombiano mantiene una amplia brecha frente al resto del país en varios aspectos, entre ellos la pobreza, en donde el Cesar con 36,8 % ocupa el cuarto lugar, mientras que La Guajira con 44 %, Córdoba con 33,7 % y Magdalena con 39,3 % ocupan los tres primeros lugares.
Esto según el libro Casa Grande Caribe, del investigador y gerente del Banco de la República, seccional Cartagena, Jaime Bonet Morón, quien hizo la presentación del mismo en Valledupar.
El estudio muestra que de acuerdo con el índice de pobreza multidimensional (IPM), en el Caribe el porcentaje de personas en condiciones de pobreza pasó del 45,5 % en 2010 a 26,4 % en 2016. Sin embargo, este último valor se encuentra por encima del promedio nacional que es de 17,8 %; siendo la situación más compleja en La Guajira, Córdoba, Magdalena y Cesar.
Es así como cerca de 2,8 millones de costeños continúan en condiciones de pobreza multidimensional y pese a que el Caribe es una región sobre diagnosticada, siguen sin existir estrategias claras con costos asociados que permitan superar el rezago social vigente.
Es por ello que varias entidades de la región Caribe se unieron para identificar las inversiones que debe emprender para superar el rezago en cuatro áreas: educación, nutrición, salud y acueducto y alcantarillado.
Esta investigación propone que se deben hacer intervenciones que demandan recursos cercanos a los 16.000 millones de dólares para un período de doce años (2019- 2030).
El estudio señala que las fuentes de financiamiento potenciales “señalan que sería posible contar con alrededor de 44.000 millones de dólares. Es decir, el Caribe contaría con los recursos suficientes para adelantar las inversiones que se requieren con el fin de cerrar la brecha social en un lapso de doce años”.
EDUCACIÓN
Este estudio del cesarense Jaime Bonet Morón propone que el componente que más recursos demandaría sería el de la educación, con una inversión de 2.115 millones de dólares en toda la costa durante estos 12 años.
Resalta la investigación que tanto en las zonas urbanas como rurales, cerca del 100 % de los niños entre 6 y 14 años se encuentran estudiando, a excepción de las zonas rurales de Cesar y La Guajira, en donde las tasas de asistencia son significativamente menores al promedio nacional.
“La asistencia escolar disminuye de manera drástica a partir de los 15 años en todo el país. En zonas urbanas, pasa de 96,7 % en el rango de 6 a 14 años, a 86,7 % entre los 15 y los 16 años y 61,5 % entre los 17 y los 18 años. En zonas rurales baja todavía más, alcanza 75,6 % y 46,2 % en los rangos de 15-16 y 17-18 años, respectivamente. La región Caribe tiende a mantenerse en el promedio nacional en el rango de 15-16 años, sin embargo, a partir de los 17 la caída es mucho mayor en cuatro departamentos: Magdalena, Sucre, La Guajira y Atlántico”, dice un aparte del libro.
El estudio adelantado por el Banco de la República afirma que el 54,8 % de los niños entre los 3 y los 4 años que viven en zonas urbanas del país asisten a una institución educativa, mientras que en las zonas rurales es del 23,2 %. En la región Caribe se registran rezagos importantes en la cobertura entre los 3 y los 4 años en las zonas urbanas de cuatro departamentos: Córdoba, Magdalena, Cesar y Sucre, con tasas que oscilan entre 33,3 % y 45,6 %.
PUNTOS PARA EL CESAR
Aunque existen brechas importantes en la calidad de la educación y en las zonas rurales de todos los departamentos de la costa están por debajo del promedio nacional, el Cesar gana putos, en el sentido que es el único que está por encima de la media nacional.
“Tanto en áreas urbanas como rurales, La Guajira, Bolívar y Magdalena se encuentran por debajo del promedio nacional respectivo. En áreas rurales, el más bajo es el de La Guajira, 4,79 % menos que el promedio nacional, seguido de Bolívar y Magdalena”, dice el informe.
En inglés, a excepción de San Andrés y las zonas urbanas de Atlántico, toda la región Caribe se encuentra rezagada con respecto al promedio nacional. Es así como en las pruebas Saber 11 los promedios más bajos se registran en Magdalena, La Guajira, Bolívar y Sucre, con brechas que oscilan entre 0,62 puntos porcentuales y 3,46 frente al promedio nacional; mientras que en las pruebas Saber Pro los puntajes más bajos están en La Guajira y Cesar, con brechas de 5,14 y 7,06, respectivamente.
De igual modo dice que en los departamentos de Córdoba, Cesar, Magdalena y Sucre la asistencia escolar entre los 3 y 4 años está particularmente rezagada, por lo que proponen dos metas para 2030 en educación preescolar. “La primera es que el 100 % de los niños de 5 años asistan al único grado que en la actualidad es obligatorio”.
La segunda meta es alcanzar una cobertura de 40 % en edades entre los 3 y los 4 años en los dos nuevos grados de preescolar en el mismo año, pero dice que si este paso se da hoy no hay cupos en preescolar en colegios públicos, por lo que se deben crear 125.690 cupos para niños entre los 3 y los 4 años.
Para alcanzar estas metas propone el estudio que en el Cesar se deben crear 14.437 cupos nuevos en educación preescolar, construir 451 aulas de clases y hacer una inversión de 29.903.258 millones de dólares.
NUTRICIÓN
Otro de los temas que es abordado en este estudio es el de nutrición y primera infancia, en donde muestra que la región Caribe presenta los peores resultados en todos los indicadores relacionados con el bienestar de la primera infancia y resalta a La Guajira como un caso que genera preocupación nacional por sus altas tasas de mortalidad infantil, en particular en la población wayuu.
Para erradicar la desnutrición en la región Caribe, el estudio propone una inversión de 1.42 millones de dólares y la atención de 7.962 menores, de esto en el Cesar se deben atender 214 niños y una inversión de 0,03 millones de dólares.
El estudio también mide el tema de salud y dice que las enfermedades metabólicas, como las isquémicas del corazón, las cerebrovasculares, las enfermedades crónicas de las vías respiratorias, diabetes mellitus y enfermedades hipertensivas son las que más se presentan, de estas en la región Caribe la tendencia de las defunciones es similar a la nacional y representa alrededor del 19 % de estas. En el Cesar el incremento desde 2011 fue de 1,3 veces, con un promedio de defunciones de 48,6 por cada 100.000 habitantes.
En cuanto a IPS (Instituciones Prestadoras de Salud) el Cesar y Sucre son los departamentos que más tienen.
A fin de cerrar brechas en el tema de salud, la propuesta de Casa Grande Caribe es intervenir en: enfermedad isquémica del corazón, enfermedad cerebrovascular, diabetes mellitus, enfermedad hipertensiva; en mortalidad infantil intervenir las causas como infecciones congénitas y deficiencias nutricionales.
En enfermedades no transmisibles tratar causas como cáncer de mama y de cuello uterino y en enfermedades transmisibles intervenir en temas como suicidio y violencia intrafamiliar.
SANEAMIENTO BÁSICO
El informe propone que para 2030 se requieren inversiones por 3.572 millones de dólares en la región Caribe, para cerrar las brechas en acueducto y alcantarillado.
En tema de coberturas de acueducto, muestra que Valledupar es alta, mientras que en el tema de alcantarillado los municipios de La Paz y El Paso tienen buenas coberturas.
“Los departamentos de la región con mayores rezagos en alcantarillado son San Andrés, Córdoba y Magdalena, con coberturas de 42 %, 61 % y 64 %, respectivamente. Por su parte, Cesar registra la mayor cobertura de alcantarillado urbano con 92 %, seguido por Atlántico 90 %”, dice el estudio de Banrepública.
El informe concluye diciendo que son evidentes los avances en cobertura de los servicios básicos y de reducción de la pobreza, sin embargo, la región continúa con grandes retos por reducir las necesidades más básicas de sus habitantes, por lo que la iniciativa Casa Grande Caribe propone acciones concretas que contribuyan al mejoramiento en cobertura y calidad de servicios como educación, salud, saneamiento básico y nutrición.
Plantea las posibles fuentes de recursos con las que contarían municipios y departamentos para financiar las acciones y obras propuestas en estos cuatro sectores, para ello, hace un estimativo que de mantenerse las proyecciones de producción y precios proyectados las entidades territoriales de la región Caribe podría contar con cerca de 30.000 millones de dólares para estas inversiones.
VALLEDUPAR
Durante la presentación del libro Casa Grande Caribe también se tocó el tema de Valledupar, en donde se dijo que en 2017 la capital del Cesar era la quinta ciudad más pobre del país, lo cual ha venido incrementando en los últimos años.
Para ese mismo año, la pobreza en el caso de las mujeres aumentó en 2,5 puntos, mientras que para el 2012 era de 0,7 puntos.
En ese sentido dice que la pobreza en Valledupar es un tema que requiere de atención prioritaria, debido a que entre 2014 y 2016 la ciudad experimentó un deterioro de las condiciones de vida de sus habitantes.
“Esta exacerbación en la pobreza obedecería a factores de coyuntura como la caída de los precios del carbón que trae consigo una reducción de la tasa de empleo y menores salarios promedio y el aumento de influjo de desplazados del conflicto armado colombiano y migrantes venezolanos”, dice el informe que agrega que esto también podría responder a factores estructurales como la educación de baja calidad, la alta informalidad laboral y la falta de opciones de vivienda legal para los más necesitados.
Menciona que los barrios con una situación más crítica en materia de necesidades básicas insatisfechas son: Zapato en mano, Familias Unidas, Las Mercedes, Nueve de Marzo, Once de Noviembre, Pescaito, El Edén, Nuevo Milenio, Nueva Colombia y Paraíso.
Para el caso de Valledupar propone inversiones por 171 millones de dólares en materia de educación, 58,6 millones de dólares en política de vivienda; en empleo la iniciativa que sugiere es la de calidad y pertinencia de la oferta educativa con inversiones en la Universidad Popular del Cesar y el Sena y visibilizar el trabajo del Servicio de Empleo mediante un programa de publicidad, inversiones que tendrían un costo de 790 mil dólares.
“En total se requeriría una suma aproximada de 230 millones de dólares para realizar las inversiones propuestas para los próximos 10 años, en tema de educación, vivienda y trabajo” y asegura que para lograr esto se debe incrementar la generación de ingresos tributarios al mismo tiempo que se fortalecer los procesos de control y transparencia del gasto.
Por Sandra Santiago B./ EL PILÓN