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En pobreza el Cesar va como el camarón

Qué contraste existe entre las entidades del Gobierno Nacional. Mientras el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, Dane, publica en su informe sobre pobreza y desigualdad, en el que compara las vigencias 2014 y 2015, unas cifras desalentadoras para el Cesar que aumentó en dos dígitos las cifras de pobreza, Prosperidad Social indicó que en la Región Caribe más de 40 mil personas superaron su condición de pobreza en el último año.

Aunque la afirmación la hace esta agencia del gobierno a propósito de las cifras de reducción de pobreza a nivel departamental que da el Dane, es muy claro que en el Cesar esto no se ve reflejado. Si bien es cierto que los ingresos de los hogares más pobres aumentaron más que la inflación, no se compadece con la realidad. Toma Prosperidad Social como punto de referencia que del 100 % del aumento de los ingresos de estos hogares, en Magdalena el 25,6% corresponde a las ayudas institucionales como Más Familias en Acción y Colombia Mayor. ¿Esto es salir de la pobreza?

En el 2014 la pobreza en el Cesar era del 40,9 frente a 28,5 de la media nacional, y ya en el 2015 esa cifra pasó a 42,3, un notable crecimiento cuando el comportamiento nacional fue de disminución al alcanzar 27,8.

Hoy el investigador socioeconómico Fernando Herrera hace un análisis en nuestras páginas sobre el tema y hace un llamado a los gobernantes y al sector empresarial para que reflexionen sobre esta situación porque no se justifica que un departamento rico esté pasando por estas.

¿En realidad somos pobres? Dice Herrera que casi uno de cada dos cesarenses es pobre y el Departamento está en la parte superior de la tabla de pobreza del país. Cuestiona entonces cómo con tantos recursos invertidos hay 13.000 nuevos pobres en el Departamento (es decir, como si la mitad del municipio de Bosconia se volviera pobre).

De acuerdo con el informe del Dane, la brecha o intensidad de la pobreza es un indicador que mide la cantidad de dinero que le falta a una persona en situación de pobreza para dejar de ser pobre; es decir, para que alcance la línea de pobreza. Esta diferencia se presenta con respecto al ingreso per cápita de la persona en situación de pobreza y se pondera por el número de personas en la misma situación. Para el año 2015, este indicador alcanzó el 15,6% en el departamento de Cesar frente a 16,0% en 2014. A nivel nacional este indicador fue de 10,3%, mientras que en 2014 fue de 10,8%.

Quiere decir que a pesar de las ayudas económicas que da el Gobierno Nacional las cosas siguen graves en los hogares cesarenses, que dependen en muchos casos de esos recursos y dejan de buscar empleo. Hay que recordar que los productores del campo se han venido quejando hace rato que no es fácil conseguir mano de obra porque prefieren esperar la ayuda económica que irse a trabajar al campo. ¿Entonces, estos programas si cumplen con su propósito de disminuir la pobreza?

La suerte está echada. Ahora les corresponde a los nuevos alcaldes y gobernador del Cesar con sus planes de desarrollo a cuatro años enfrentar esta realidad, ojalá no sea con tantas obras de cemento que no contribuyen a reducir pobreza. Si no pasa nada, el Cesar seguirá como el camarón: para atrás.

Categories: Editorial
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