El próximo 16 de octubre de 2019, Jaime Bonet y Diana Ricciulli abordarán el papel protagónico de la planificación urbana en el crecimiento demográfico de las ciudades en América Latina, poniendo de presente el ejemplo de Valledupar. Teniendo en cuenta que las ciudades son sistemas en constante evolución, la planificación urbana permanece constante, en procura de enfrentar y resolver los desafíos planteados por el crecimiento demográfico, el cambio de su estructura, el cambio climático acelerado y la creciente desigualdad. Analizando estos aspectos, no hay duda que estos factores describen lo que sucede en Valledupar.
El estudio en comento sobre el caso del desarrollo urbano de Valledupar, concibe en primer lugar lecciones para el proceso de planificación que debe continuar la ciudad, en el cual se destaca la importancia de la visión de largo plazo en el diseño e implementación de las estrategias de desarrollo. En segundo lugar plantea reflexiones en la gestión fiscal y resalta que el fortalecimiento de la gestión fiscal ayudó a consolidar las finanzas públicas del territorio para financiar y ejecutar las obras demandadas por la mayor población. Estos elementos constituyen lecciones aprendidas de los momentos pasados y hacen parte de la bitácora de la información secundaria con la que cada gobernante debe analizar el contexto, para el diseño de sus planes de desarrollo.
Precisamente el año pasado fue aprobado por el Concejo municipal el Estatuto Tributario, presentado por la Alcalde, con el que se busca una mayor formalidad empresarial y generación de empleo, intuyo que ese haya sido el objetivo mediático, para mitigar el galopante crecimiento del indicador de desempleo en la ciudad. No obstante, es pertinente anotar que el estatuto tributario es un factor para atraer la inversión, sin embargo, el nuevo gobernante de la ciudad deberá tener en cuenta que la generación de empleo es un asunto complejo, porque depende de la vocación de la ciudad. En el mismo sentido debe orientar su preocupación en entender la vocación empresarial de la ciudad, los cambios y los fenómenos de las tendencias socioeconómicas por la cuales transita la humanidad. En paralelo debe analizar la evolución en fragilidad urbana del territorio, considerando el proceso de urbanización de las tendencias migratorias internas y externas (tipo Venezuela), que promueven deficiencias en la continuidad de la prestación de los servicios básicos, incluyendo seguridad, transporte público, agua y energía.
Destaco como reflexión que convidad el principio de participación ciudadana, los ejercicios y gestión realizados mediante los programas de auto gestión comunitaria, lo cual permitió realizar con éxito la pavimentación de distintos barrios en la ciudad. Ese enfoque democrático ayudó en la gestación de desarrollo y crecimiento y, sobre todo, en generación de confianza. En este aspecto fundamental el nuevo alcalde de Valledupar, debe concentrar sus esfuerzos, para construir el futuro de la ciudad en medio de la avalancha de situaciones que nos muestra el presente, haciéndolo con mucha seriedad y apartándose de las vanidades del gobernante. Planificar a cuatro años está circunscrito en aspectos normativos, pero esa condición no debe estar por encima de la capacidad e inteligencia de los dirigentes que procuran gobernar en el territorio. El pensamiento idealista concibe especulación y solo tiene validación en el actuar de los seres humanos.
Vallenatos recientes en Bogotá, cordialmente invitados, para conocer el estudio que reconstruye las diferentes etapas del desarrollo urbano en Valledupar, utilizando cartografía, archivos históricos, periódicos, entrevistas, documentos e imágenes.