Con mucha expectativa fue lanzado el pasado 17 de diciembre de la presente anualidad en Valledupar, el plan de acción: Valledupar 2030 de la Sierra al Valle Identidad Vallenata con Futuro. Desde esta tribuna en varias oportunidades he reclamado la necesidad de pensar nuestra ciudad, recibo con beneplácito que el alcalde Fredys Socarrás, haya enfocado parte de sus esfuerzos en este objetivo.
Es menester hacer una breve reminiscencia sobre el concurso de la Financiera del Desarrollo –Findeter, organización del orden nacional que a través del programa Ciudades Sostenibles y Competitivas desarrollado por el Banco Interamericano de Desarrollo – BID, promueven para las ciudades desafíos ambientales, urbanos e institucionales y fiscales, con base en la metodología que aborda tres dimensiones de análisis: (1) Sostenibilidad Ambiental y Cambio Climático; (2) Sostenibilidad Urbana; y (3) Sostenibilidad Fiscal y Gobernanza. Esta metodología viene aplicándose desde el 2010 y ya ha alcanzado a cubrir más de 20 ciudades de América Latina y el Caribe.
Reitero mi complacencia con el Plan Valledupar 2030, no obstante, quiero llamar la atención sobre el debate que ha suscitado la implementación de los bicicarriles ubicados en la calle 17 y la carrera novena de nuestra ciudad.
Debo advertir que no hay compatibilidad cuando un proyecto bien intencionado genera conflictos durante su implementación y funcionamiento, teniendo en cuenta el enfoque visión de ciudad que establece el plan en referencia. Lo pongo de presente en virtud del concepto de ciudad sostenible y competitiva, en especial, por las dimensiones inherentes a desarrollo urbano sostenible y sostenibilidad fiscal, me refiero a lo que ha sucedido con las vías de la ciudad, rotas en varias oportunidades con ocasión de la instalación de tuberías para el acueducto, sería contradictorio si sucede lo mismo con el bicicarril cuando se materialice el Sistema Estratégico de Transporte.
Presumo que Fredys Socarrás Reales, alcalde saliente de Valledupar, formalmente en el proceso de empalme entregó al equipo de Augusto ‘Tuto’ Ramírez Uhía, alcalde electo, el Plan concebido con Findeter. A menudo los planes son susceptibles de contingencias y modificaciones, las coyunturas frecuentes en el sector público lo refrendan, la responsabilidad de efectuar modificaciones y ejecución del plan serán cosecha y responsabilidad del gobierno que inicia el primero de enero de 2016.
Hacer de Valledupar una ciudad sostenible en el año 2030, depende de la voluntad política que asuman los gobiernos que dirijan la ciudad en ese periodo, sin soslayar aspectos como el desarrollo urbano, socioeconómico, gestión fiscal y de gobernanza, ni la participación de la academia, sociedad civil y la empresa privada. Estos elementos gaseosos pero elementales y necesarios para el funcionamiento del ejercicio de lo público, han sido por su desuso los causantes de que nuestra ciudad conviva con dificultades organizacionales, financieras y de desarrollo social y urbano.
2.7 billones de pesos en 15 años es una cifra considerable al compararse con el presupuesto para el 2016: (545 mil millones de pesos), pero coherente con el período definido para hacer efectivos tres ejes, nueve programas y 62 proyectos. Manos a la obra.