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Pico y placa

Dados los serios desafíos que enfrenta la movilidad en Valledupar, ya se empieza a manejar o a mencionar la posibilidad de implantar el pico y placa. En este sentido, debemos tener claro si bien este tipo de prohibiciones tiene un efecto inmediato y concreto (es evidente que menos carros en circulación implican menos congestión vial), al mismo tiempo no representa una solución real, mientras puede ser causante de grandes complicaciones a largo plazo.

Para mí, el problema de Valledupar no es el exceso de vehículos sino la carencia de una infraestructura vial. No es pertinente, señor alcalde Ramírez, continuar con la idea del pico y placa mientras que no se cuente con soluciones integrales en donde se ofrezca una verdadera alternativa por medio de un sistema de transporte público de calidad y mientras no se siga presentando una limitada gestión de tráfico por parte de las autoridades.

Me inclinaría por el pico y placa de la peor plaga que nos llegó a Valledupar, el mototaxismo (uno de los medios de transporte menos sostenible donde su relación con mayores emisiones de contaminantes y mayor accidentalidad vial). En conclusión, no es sabio seguir con la idea del pico y placa para los automotores sin antes considerar una solución integral a los serios problemas de movilidad. Aprovecho para finalizar que ni si ponen a Mandrake como Secretario de Tránsito arreglará el problema de movilidad.

Y como es mi costumbre, trataré otros temitas: Y comienzo con otro tema de actualidad, vuelve a la palestra el tema del servicio que presta Uber y lo que ilegalmente están haciendo los taxistas para contrarrestarlo. Personalmente, cuando viajo a Bogotá, lo utilizo y qué buen servicio, no tiene sentido que un servicio como Uber, que les gusta a todos, se considere algo ilegal. ¿Por qué Uber no se puede tratar como un medio de transporte diferente y abrirle la puerta para que siga funcionando y satisfaciendo a los que lo utilizamos?

Hasta cuándo las autoridades terminarán con el escabroso mundo de los préstamos por fuera del sistema legal. Valledupar está plagada de paga diarios que en la mayoría de los casos, cobran más del 20% mensual. El ya mencionado y conocido “gota a gota” sigue asfixiando a quienes acceden a este mercado ilegal. Y lo peor, quien incumpla con el pago, recibe amenazas de muerte.

Se debe denunciar los abusos y acceden al pago de intereses. ¡Qué miedo!

Totalmente de acuerdo con la alternativa de transporte en bicicleta para la ciudad, naturalmente, debe tener sus normas. Empero, hay que tener en cuenta que la bici ocasiona nudo de tráficos y no pocos accidentes. Además, inseguridad para el peatón. Nada es perfecto. Valledupar está lejos de ese nivel, pero hemos avanzado: no así en el respeto por las normas, la disciplina y los derechos de los demás.

Muy pocos utilizan el casco y chaleco reflectivo, pocos evitan andar en contravía o utilizar zonas exclusivas para peatones y son contados los que respetan el semáforo y las cebras. La masificación de la bici no va a la par con el civismo. De no haber un cambio al respeto, tendrán que expedir una licencia de conducción y una placa bicivehicular para imponer el orden en aras del bien común. No queremos más muertes a causa de más accidentes: motos y bicis.

POSTDATA: Le doy la más cordial bienvenida al comandante de Policía Cesar, Diego Rosero, quien se reintegra a sus labores.

Categories: Columnista
Alberto_Herazo: