Es muy fácil ser sabio después del evento, reza el proverbio inglés, y ello da pie al libre ejercicio de opinar y realizar conjeturas y juzgar con las bajas pasiones del ser humano, porque aquel que ayer fue tu amigo, hoy se convierte en el peor de tus enemigos y conoce tus fortalezas y debilidades y sabe por dónde atacar, con la razón o sin ella, porque lealtades anunciadas y refrendadas, traiciones a la vuelta de la esquina.
Sabido es que no hay peor error que el no reconocerlo, afirma Escandón, y el presidente Petro intenta enmendarlos, porque su gobierno primero ‘enmermeló’ al Congreso de la República para que le aprobaran la reforma tributaria y se la aprobaron, pero después los ‘desenmermeló’ al no pasar en el recinto sagrado de la democracia sus reformas.
Es cierto, fallaron los cálculos políticos del jefe de Estado, porque compró muy cara la reforma tributaria entregando ministerios a diestra y siniestra, reformas que puede hacer a través de simples decretos, como quitarle a las EPS la intermediación financiera para que la plata llegue plena a las clínicas y hospitales públicos.
El presidente colombiano había denunciado un “golpe blando” para diezmar la bancada de Gobierno en el Congreso. Según aclaró después, no se refería a las altas Cortes sino a las acciones de la Procuraduría, lo que agudiza su enfrentamiento con las cabezas de los organismos de control nombradas por Duque. Petro se ha topado con un fiscal, Francisco Barbosa, dispuesto a asumir el tono de un opositor político.
Hasta ataques en la sombra salen a relucir con esto de “La niñera que no es niñera”, artículo de autor desconocido que plantea una teoría que cree explicar lo del escándalo Sarabia-Marelbys Meza y al cual se sumó Benedetti, con reacciones diversas, entre los que asumen que tiene lógica y los que consideran conspiración. Alusinan que esa vieja no es niñera sino mensajera de plata entre el régimen de Maduuro y el gobierno de Petro bajo un cargo ficticio de niñera para ayudar a presidentes afines al régimen de Maduro, financiar gobiernos de izquierda por todo el mundo, y coimas para aceitar políticos en Estados Unidos como parte de un lobby para que el país del Norte suavice su posición con Venezuela.
“Una agencia de inteligencia en el Gobierno Duque nos grabó ilegalmente todas las conversaciones hechas en Zoom durante los meses de mi campaña y fueron publicadas en Semana. Nunca se probó algo ilegal”, reivindicó Petro, en alusión a los Petro videos que sacudieron la recta final de la segunda vuelta que lo enfrentó a Rodolfo Hernández. “La investigación sobre esas chuzadas nunca avanzó en la Fiscalía; no fue en ese momento escándalo que se nos ‘chuzara’”, contrastó.
“Era de esperarse que la derecha no se iba a quedar quieta mirando cómo gobernamos en favor del cambio para Colombia. Toda la vida manipularon y engañaron al pueblo para mantenerse en el poder. He tenido la oportunidad de ver durante estos meses de Gobierno cómo todas sus acciones se enfocan con honestidad y transparencia en la justicia social, la paz y el bienestar para todas y todos los colombianos, sentenció Francia Márquez con el lema “El país confía en Petro”
Hoy se medirá el pulso en las calles con la movilización social que encabezará el mismo presidente Petro, convencido de que reprimir las marchas genera violencia, multitudes que servirán para medir la real aprobación o desaprobación de sus primeros 10 meses de mandato.
Y finalizo esta columna trayendo a colación las elucubraciones del curtido periodista, Agustín Trillos: “Las encuestas no se hacen para guiar u orientar a la opinión de forma objetiva, transparente y real, sino para conformar las más cruentas mentiras, marcar tendencias e imponer criterios sesgados.