El fenómeno Petro es único e irrepetible, difícil de replicar, detestado por las élites gremiales, empresariales, económicas y sociales, incrédulos de que un hombre que se sometió a las reglas de la paz ganara la presidencia con las reglas de la democracia, lo que no deja de ser una frustración para quienes todavía etiquetan de guerrillero al jefe de Estado y lanzan globos y hacen ruidos con escándalos de cántaros vacíos para maniatarlo jurídica y políticamente y no dejarlo trabajar.
Breves palabras con el poder de millares es una reflexión que hace el escritor, exsenador y serio aspirante a la Alcaldía de Bogotá, Gustavo Bolívar, para referirse al primer hijo de un presidente que va a la cárcel, pero no porque los hijos de otros presidentes no hayan delinquido, sino porque ningún otro presidente permite que la justicia actúe con independencia y sin presiones como lo hace Gustavo Petro.
Y claro, no podía faltar el show mediático de un fiscal presto y selectivo para investigar a contradictores políticos, pero lento para esclarecer los grandes escándalos que el país conoce: Odebrecht, Hidroituango, Reficar, Interbolsa, SaludCoop, Dragacol, Foncolpuertos, Ecopetrol, Ruta del Sol, Bonos de Agua, Vacunas Covid en las que se feriaron $117 billones, y otros saqueos al erario.
Empero se abriga la esperanza de que la próxima fiscal, de la terna que hizo oficial ante la Corte Suprema de Justicia el presidente de la República, encare estas investigaciones con la misma celeridad del fiscal Barbosa para procesar a Nicolás Petro y Day Vásquez.
Ángela Buitrago, Amelia Pérez y Amparo Cerón son mujeres valerosas con resultados que mostrar en tenebrosas investigaciones de terrorismo, parapolítica, desapariciones forzadas, paramilitarismo, toma al palacio de justicia y otros sucesos que avergüenzan a la nación y manchan la historia.
No menos relevante son los apuntes del periodista Gonzalo Guillén, cuando afirma que si el hijo de Petro delinquió debe ser juzgado. Lo repudiable es que los hijos de Uribe, Zuluaga, la esposa del fiscal Francisco Barbosa, el esposo de Marta Lucía Ramírez y la mamá de Duque, entre otros, puedan delinquir y ser inmunes a la justicia.
No hay pruebas para investigar al presidente Petro sin antes llamar a declarar al hombre Marlboro o el ‘Turco’ Hilsaca, para determinar supuestos aportes y procedencia de dineros de particulares de los que se habría apropiado Nicolás Petro, totalmente ajeno a la campaña política que llevó a su padre a la presidencia, caracterizado por los grandes debates que tienen en el escarnio público a intocables de este país. ¡Que siga el espectáculo! ha dicho sarcásticamente el cantante vallenato, Julio Rojas Díaz, involucrado en el proceso.
En el peor de los escenarios el primer magistrado de la nación afrontaría un juicio político ante la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes, más que por evidencias, por la desinformación de la prensa prepagada, hoy en crisis por el auge de las redes sociales, que democratizaron la noticia.
No olvidamos la trayectoria de lucha contra la corrupción emprendida por el mandatario de los colombianos, quien se enfrenta a una estrategia de desprestigio, replicó el Consejo Regional Indígena del Cauca en apoyo al presidente Gustavo Petro Urrego, al margen de lo vanidoso y aventajado que resultó su hijo Nicolás para la contratación pública en el Atlántico bajo el paraguas de tener un papá presidente, otro capítulo de investigación, pero déjenme decirles que las responsabilidades son individuales, independiente de que se haya criado o no con él.
Por Miguel Aroca Yepes.