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Petro: la degradación total de la política

Es lamentable lo que está pasando. Ya tenía adelantado un escrito acerca del rol del voto en blanco en la actual contienda presidencial pero el escándalo de los petrovideos me obligó a escribir una nueva columna. Es que tenemos que desenmascarar a la campaña que dice “ser del amor” y que invita a hacer un pacto por la vida. ¡Ja!

Resulta increíble y triste hacer el recuento de todas las irregularidades que se han hecho públicas durante esta campaña y cómo, emulando el “efecto teflón”, no le pasa nada a los responsables. La cámara encontrada en la campaña de ‘Fico’ Gutiérrez, pasando por las negociaciones de “perdón social” con delincuentes en La Picota, los dólares de Piedad Córdoba que aparentemente venían a aceitar la campaña, entre otros escándalos, son un bolero al lado de los últimos videos en los que aparecen miembros del pacto organizando la manera de desprestigiar a sus contendores políticos. 

Con términos desobligantes, con sevicia, haciendo honor a los gestos de desagrado y resentimiento que vemos constantemente en Francia Márquez.

Ya habíamos visto el video de la senadora electa Isabel Zuleta en el que contaba cómo habían “fumigado” a Fajardo y ahora Roy Barreras se metió hasta con Alejandro Gaviria. No tiene límites esa campaña, no tiene escrúpulos y muy hábilmente, quieren enfocar esta conversación en averiguar quién grabó los videos o quién los compartió, para desestimar su contenido que es lo verdaderamente grave y hacerse pasar por víctimas cuando son ellos los victimarios. 

Hablan de espionaje, me muero de la risa. Saldrán a la Corte Interamericana para que desde allá sigan protegiendo sus vagabunderías. El descaro es total. Todo se ha hecho público y a pesar de ello, millones siguen como borregos esas propuestas populistas en las que los subsidios abundarán, el estado crecerá hasta reventarse para dar empleo y se desestimulará la economía -que entre otras cosas pasa por un excelente momento- y los deseos auténticos de estudiar y trabajar con ahínco para tener una vida mejor. 

Ahora proponen esperar a que el estado haga todo por uno e invitan a tirar piedra para destruir todo aquello que les incomoda, que no les gusta. Inclusive nos amenazan con que incendiarán el país si no ganan, ¡qué peligro!

No hay duda de que esta manera de funcionar, de maquinar, es exactamente igual a la de la Primera Línea. Así ha sido la campaña del Pacto Histórico y así gobernará Petro: al estilo Primera Línea. Están moralmente impedidos para asumir el poder, tienen cientos de tachas, es inaceptable que esta campaña siga operando. Colombia debe reaccionar, el “todo vale” no puede validarse con votos ni apoyos políticos, me niego a pensar que ciudadanos de bien continúen pensando que esta opción es la que necesita el país.

La campaña del Pacto Histórico es un nido de ratas, logró congregar a los peores exponentes de la política nacional, está llena de sinvergüenzas, de tramposos, de criminales; ahora entiendo perfectamente que se sintieran tan cómodos negociando con las FARC en La Habana; son iguales, son lo mismo.

El descaro de Alfonso Prada, de Roy y del mismo Petro, no tiene límites. Se han comprobado varias de sus artimañas. Sus maneras de hacer política no sólo son inmorales sino ilegales, da asco todo lo que dicen, todo lo que tocan. 

Todo esto lo validan y normalizan 2 hechos que no olvido: la manera traicionera como Santos usó al Uribismo para hacerse elegir en la Presidencia y proceder a desmontar la seguridad democrática y el robo impune del plebiscito del 2 de octubre del 2016. Ahí lo perdimos todo, hasta el estado de derecho. Ahora estamos enfrentando las consecuencias de esos precedentes frente a los que nadie respondió y que nos tienen al borde del abismo.

No podemos quedarnos con los brazos cruzados viendo cómo hemos tocado fondo y no pasa nada. Viendo cómo nos roban la decencia y la honradez. ¡Qué horror!

Salgamos a votar masivamente por Rodolfo Hernández, esta puede ser una gran oportunidad de cambio, de cambio para mejorar. ¡Estamos con usted ingeniero!

¡Despierta Colombia!

Categories: Columnista
Tags: petro
Jorge Eduardo Ávila: