El Instituto de Recreación y Deporte (INDER) de Valledupar, que dirige Alison González Escorcia, estuvo presente el 7 de diciembre en Mariangola. El jefe del área de infraestructura de los parques, Richard Arzuaga, con una brigada de 38 funcionarios, desarrolló en la plaza central del corregimiento, una jornada de reparación y pintura de las máquinas biosaludables, limpieza general del parque y de la cancha sintética de fútbol 7. Un buen regalo de Navidad que todos debemos cuidar.
En el mes anterior, por petición del suscrito, y gracias al apoyo del amigo concejal Yesith Triana, una delegación de INDER había asistido a Mariangola para la limpieza de la cancha de fútbol del barrio La Candelaria. Esta cancha de grama natural; en el momento es la única cancha grande de fútbol en la comunidad, donde en años anteriores se realizaban campeonatos locales y corregimentales. Para reactivar esta cancha es necesario que la administración municipal del doctor Ernesto Orozco nos apoye con maquinaria y relleno para mejorar las dos calles principales de llegada a la cancha que están bastante deterioradas por efectos de la lluvia y los rebosamientos frecuentes de los manjoles.
Los espacios deportivos son importantes para la formación integral. Mente sana en cuerpo sano. El deporte es liberador de energías negativas y disciplina a las personas; por eso es necesario promover campañas pedagógicas y cívicas para la prevención del consumo de alcohol. Las autoridades deben ser vigilantes y eficientes para el cumplimiento de las normas, horarios y ubicación de cantinas y estaderos que expenden licor, que deben estar retirados de parques y espacios recreativos, de colegios, de iglesias y centros médicos.
Donde haya presencia de niños y jóvenes, el derecho a la vida sana, al deporte y a los estudios prevalece sobre otros. En los corregimientos, en vez de tantas cantinas, debe existir una Biblioteca Pública que permanezca abierta todos los días, un Centro Cultural que fomente la sensibilidad y el talento por las artes. A través del SENA, implementar proyectos de emprendimientos, como las huertas caseras y otros acordes con la región.
Otra petición urgente de la comunidad que necesita el apoyo de la Administración municipal, la Personería y la Superintendencia de Servicios Públicos es la revisión de los altos costos de los servicios de aseo. El 6 de diciembre hubo una reunión con delegados de las empresas AFINIA y de Aseo. La problemática de inconformidad se presenta porque en las facturas de AFINIA, desde el mes de octubre incluyeron el valor del aseo, $42.500 por usuario; un valor superalto para una población con escasez de trabajo, donde la gran mayoría vive del subsidio del gobierno. A esto se le suma, que, en muchas casas, por estar retirada de la zona central, no pasa el carro recolector, que va dos veces por semana de Valledupar. Voceros de la comunidad manifiestan que ese valor no debe ser superior a diez mil pesos, y conviene hacer un censo de las casas por donde pasa el recolector, porque a nadie se le puede obligar a pagar un servicio que no recibe.
Por José Atuesta Mindiola