Mi hijo cardiólogo hemodinamista, el 1° de julio pasado me llamó de Sincelejo para informarme que le había colocado otro stent coronario a mi amigo Ángel Janne con resultado satisfactorio, pues ya anteriormente le había colocado 3 stent con igual satisfacción. El día siguiente llamé a mi amigo y en la conversación me informa que nuestro amigo común, César Franco Pardo, también conocido como ‘Gato limpio’, estaba mal de covid-19.
Seguidamente me comunico con su esposa Kelly Saleme, quien le pasa el teléfono y mi amigo con tos áspera reiterativa y voz agitada, me explica el menoscabo de su salud y el sufrimiento que le ha provocado el contagio del covid-19. Pensé, ¡Increíble! Siendo César Franco el contratista que le suministra la alimentación a los pacientes del hospital de Lorica, que dispone de 130 camas, incluidas 14 de UCI y otras 70 para observación en el servicio de urgencias.
Además, cuñado putativo del senador Fabio Amín Saleme, congresista del partido liberal, investidura que ha desempeñado durante 14 años consecutivos, el actual gobernador del departamento de Córdoba y el alcalde de Lorica son de la misma corriente política, asimismo uno de sus sobrinos es diputado, a todos ellos el popular ‘Gato limpio’ les hace proselitismo permanente, porque es una persona con invariable espíritu benefactor, jamás secuaz de la injusticia social.
Recuerdo que una vez en Lorica lo acompañé a la plaza de mercado, alguien se le acercó pidiéndole ayuda económica y le dice: “sé que estás sin trabajo”. Y le regaló varios pescados, ñame y otros alimentos. Me dijo: “Dr. Romero, a los necesitados no es bueno ayudarlos con dinero en efectivo”.
A este personaje hoy más popular, los síntomas de covid-19 le empezaron el 15 de junio, y que para prevenir el contagio de la familia se aisló en una habitación de su hogar. Diez días después estaba peor con fiebre, escalofrío, cefalea intensa, agotamiento corporal, insomnio y anorexia con pérdida de 5 kilos, por lo cual avisó a las instituciones responsables de la atención de su salud, demoraron dos días para la toma de la muestra comprobatoria del tan temido contagio.
Pasaron otros 10 días sin que le hicieran el respetivo seguimiento, el resultado positivo de la prueba se lo reportaron el 8 de julio después de la mediación de su sobrino diputado y de la denuncia pública a la comunidad de Lorica, entre tanto recurrió a un médico amigo que le formuló los medicamentos que han propuesto en ‘El ensayo catracho’.
El 2 de julio cuando yo lo llamé le reforcé el tratamiento con 2 ml IM de Diprospán y Zitromax 500 mg oral cada 8 horas por 7 días, lo cierto es que mi amigo me asegura que el mismo día que comenzó este complemento su salud mejoró. En vista del abandono con vulneración del derecho a la salud y a la vida, mi amigo, el 9 de julio interpuso Derecho de Petición, más que todo porque a su familia no le habían hecho las pruebas del cerco epidemiológico, que fueron realizadas el domingo 19 de julio después de la controvertida protesta que protagonizó mi amigo el 16 de julio, día de la celebración de la Virgen del Carmen, de la cual es devoto.
Si bien el ‘Gato limpio’ estuvo preso durante un día por violar las medidas adoptadas para evitar la propagación del covid-19, y además paralizar el tránsito vehicular de una carretera principal, lo trascendental es el impacto generado por su audaz protesta en contra de la EPS que le ignoró sus derechos fundamentales. Sin duda alguna, me atrevo a decir, que mi amigo el ‘Gato limpio’, en menos de media hora logró lo que no pudo la Ley Estatutaria de la salud, de 2015, tampoco lo pudieron conseguir los diferentes gremios de los profesionales de la salud en más de 25 años de lucha contra la ley 100 de 1993.