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Perseverancia

“Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo”. 2Tm 2,3.

Felicitaciones a los ganadores de estas justas democráticas; también a los que participaron con integridad y entusiasmo, nuestro aplauso y reconocimiento.

Pensando en los resultados, supe de una entrevista que le hicieron a Michael Jordán, el famoso jugador de baloncesto, cuando le preguntaron sobre su éxito, él respondió: “He fallado más de nueve mil lanzamientos en mi carrera, he perdido casi trescientos partidos, veintiséis veces confiaron en mí para que lanzase el tiro ganador y fallé. He fallado una y otra y otra vez en mi vida. Y por eso tengo éxito”.

“Valledupar nos une, ciento por ciento de corazón” llenó nuestros corazones de esperanza y sueños renovados, y aunque no alcanzaron el triunfo son vencedores, no solamente por los resultados absolutos, sino también porque nos dieron la oportunidad de soñar y demostrar que sí es posible hacer política de manera digna tomados de la mano del Señor.

Hoy los animo a que abracen un espíritu determinado, a que aumente su trabajo, poniendo más energía en lo que hacen y asumiendo un nuevo compromiso de renovación y cambio con una fe inquebrantable en Dios.

Son muchos los ejemplos de perseverancia a pesar de las circunstancias: Miguel Ángel soportó cuatro años tumbado de espaldas sobre un andamio para poder pintar la Capilla Sixtina. La universidad de Berna, a principios del siglo pasado, rechazó una tesis de Doctorado, con el argumento que era irrelevante e imaginativa, pero su autor, Albert Einstein, aunque quedó decepcionado, perseveró.

Amados amigos, la vida no es una experiencia de victorias constantes, nos encontramos con frustraciones y derrotas; por lo que no debemos desanimarnos, ni decaer; sino seguir adelante siempre, perseverando. Perseverancia es la capacidad de soportar cuando llegan pruebas o nos encontramos en medio de los problemas. Es tener fortaleza para soportar los vientos de la adversidad. Es la fuerza que nos llevará desde la situación en la que nos encontremos, hasta la provisión que debemos tener.

Después de esta contienda electoral, necesitamos una gran dosis de fe para recomponer las partes dañadas de nuestros egos y retomar el rumbo de nuestros proyectos. Fe en Dios que todo lo puede y lo hará por nosotros y lo hará ahora. Por esa fe, Abraham ofreció a Isaac en el monte. Por fe, José vio abundancia mientras había pobreza. Por fe, Moisés rechazó la gloria de Egipto. Por fe, cayeron los muros de Jericó. Por fe, los padres de la iglesia subyugaron reinos e hicieron milagros. Por fe, en la muerte y resurrección de Jesús, recibimos salvación.

Todo lo que Dios ofrece al hombre en la Biblia viene sobre las alas de la fe. Fe es el atrevimiento del alma a ver por encima de los ojos naturales. Si no lo creemos, jamás lo lograremos, porque nada hay imposible para Dios.

Es preferible estar dispuestos a intentar algo grande y fallar, que no hacer nada o hacer algo ínfimo y tener éxito. Hasta los errores del pasado son los éxitos del mañana, porque un error es la evidencia de que, al menos, intentamos hacer algo.

Los problemas y fracasos son obstáculos para evitar que lleguemos a nuestro destino, alguna vez leí que sólo aquellos que se atreven a fracasar en grande, pueden hacer logros en grande.

Que nadie se sienta fracasado por no haber alcanzado el triunfo, todos son ganadores. Ganaron experiencia y conocimiento, pero sobre todo ganaron el corazón de la gente, que confió en ustedes y eso es una victoria. ¡Adelante, sin claudicar!

Saludos y muchas bendiciones en su nueva etapa de conquista.

Por Valerio Mejía

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