El consejo de redacción de EL PILÓN recibió la visita de la reconocida periodista Ana María Ferrer, que al encontrar un equipo de redactores muy jóvenes manifestó el entusiasmo que siente de ver a nuevas generaciones escribiendo en el periódico insignia de la región con el objetivo de construir relatos de valor para la democracia de la ciudad y el país.
A Ferrer la recibió el director de este diario, Óscar Martínez, quien la considera “una autoridad en el periodismo vallenato” porque conoce el recorrido de esta valduparense que se ha destacado a nivel local y nacional por su ejercicio profesional, ya que Ana María llegó a esta casa periodística en 1996 a cubrir hechos económicos del departamento del Cesar, después de que obtuvo su título en la Universidad Autónoma del Caribe, en Barranquilla.
“Lo que siempre me movió a estudiar periodismo fue la escritura porque este oficio tiene el poder de incidir en una mejor sociedad”, aseguró la comunicadora social sobre su historia.
“Al verlos a ustedes me alegra que sea un equipo joven, yo tengo puestas todas mis esperanzas en la juventud porque su energía le hace bien a todos los procesos y creo que en EL PILÓN las nuevas generaciones de periodistas encuentran su espacio para desarrollar sus pasiones”, manifestó ante Andrea Guerra, Ketty Gutiérrez, Melissa Valle, Nancy Menoyo, Óscar Ruiz, Joaquín Ramírez y Carolina Yépez, quienes tienen la misión diaria de investigar y producir los contenidos que se publican en este medio de comunicación impreso y digital.
SUS LUCHAS POR LA LIBERTAD DE PRENSA
Las mencionadas premisas de Ana María captaron la atención de las periodistas, pero hubo un relato que inundó de memoria histórica del recinto donde se encontraban y fue el recuento de la violencia armada que también afectó al gremio de reporteros en la ciudad.
Ferrer pasó a ser directora de EL PILÓN tras el asesinato del entonces director, Guzmán Quintero Torres, cuyo hecho fue catalogado como un delito de lesa humanidad por la Fiscalía después de 20 años de ocurrido a mano de fuerzas armadas ilegales que se incomodaban ante el rigor que Quintero sostenía en sus investigaciones.
“Todavía me duele el alma, fue muy duro tener a un compañero una noche y al día siguiente ya no, por eso no hubo necesidad de que nos dijeran más nada porque solo la ausencia de Guzmán ocasionó que nosotros mismos nos censuráramos”, recordó la periodista que hoy es miembro de la Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP.
Además, la ganadora del premio ‘Orlando Sierra’ al Coraje Periodístico en el 2016, relató que también fue víctima de amenazas, que en primer lugar, no lograron que dejara su tierra natal y su lugar de trabajo, sin embargo, tras la agudización de las persecuciones en su contra y el nacimiento de su primer hijo se vio obligada a salir de Valledupar por algunos periodos, pero mientras estaba en la ciudad tenía que ser escoltada, lo cual no solo afectó su oficio, sino también su salud física y mental.
Después de compartir consejos y momentos importantes de sus 10 años de carrera en EL PILÓN, Ana María precisó que es víctima del conflicto armado pero respondió con vehemencia a la pregunta “¿cuál es el papel del periodismo?”, a lo que sentenció: “Estar al servicio de las comunidades y ser el contrapeso de los poderosos”.
POR ANDREA GUERRA / EL PILÓN.
@andreaguerraperiodista