Después de la gira del presidente Santos por varios países de Europa para impulsar el proceso de paz con las Farc, a través de la cadena radial Caracol escuché al senador del partido político Centro Democrático, José Obdulio Gaviria, declarando que el ex presidente Álvaro Uribe también debe hacer un peregrinaje, para explicar al mundo por qué el uribismo considera necesario que se rectifique completamente la política de Santos, comenzando con que las Farc finalice sus actividades criminales, se desmovilice y se someta a la justicia.
Esta es otra de las perspectivas ridículas del uribismo, por su oposición, no a la política de paz, sino al presidente Santos, a quien el ex presidente Uribe lo considera un traidor, que nunca le perdonará lo haya utilizado para conseguir la presidencia del país y pareciera estar más ofendido con su reelección, lo que se deduce por las sandeces que a menudo comete, complementadas por todos los congresistas del Centro Democrático, a quienes maneja como títeres.
Otra circunstancia que mantiene intranquilo al ex presidente Uribe y, por ende, a la bancada del Centro Democrático, es que el proceso de paz con las Farc, se esté negociando en La Habana, Cuba, país donde impera un régimen comunista desde 1959 cuando Fidel Castro derrocó al dictador Fulgencio Batista. Y además, que otro de los países garantes de esta negociación sea Venezuela, donde manda el socialismo de Hugo Chávez, ahora gobernado por Nicolás Maduro, a raíz de la muerte de su precursor. A quienes el ex presidente Uribe detesta tanto como la representante María Fernanda Cabal al difunto nobel de literatura, Gabriel García Márquez.
Estas son posiciones antipatrióticas, consecuencias no de idealismos políticos, sino de actitudes ególatras, que no permiten pensar ni actuar en bien del país, como es la búsqueda de poner fin al conflicto armado interno que durante más de 50 años ha dejado millares de muertos y millones de víctimas, cuya mejor solución es la negociación de la paz.
Hacer un peregrinaje anti paz es señal inequívoca de que quienes pretenden hacerlo son personas sin intereses superiores, cuyas mezquindades no tienen límites. Sin embargo, espero que en la bancada del Centro Democrático haya alguien o varios que no sean tan casquivanos y serviles como los senadores José Obdulio Gaviria, Paloma Valencia, Alfredo Rangel y Everth Bustamante, que convenzan al uribismo de que un peregrinaje anti paz es un absurdo en cualquier parte del mundo.