Aunque todavía no hay un reporte oficial de las pérdidas económicas que dejó la cuarentena por el brote de aftosa que se presentó en cuatro municipios del Cesar, sí se estima que la afectación fue bastante grande, empezando porque el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, sacrificó casí 2.000 animales entre bovinos, porcinos y ovino caprino.
Además de ello, a los expendedores de carnes del Mercado Público, la Galería popular, expendios en barrios populares, entre otros, se les bajaron las ventas en más de un 50 %, mientras que los comercializadores de cerdo se enfrentaron a bajas ventas y tuvieron que traerlo de ciudades como Barranquilla, Medellín y Bucaramanga, lo que les incrementó el valor del producto y les redujo las ganancias.
Lea aquí también: Valledupar en ‘cuarentena’ por brote de fiebre aftosa
El secretario de Agricultura del Departamento, Carlos Eduardo Campo, afirmó que se sacrificaron 1.932 animales, lo que supone pérdidas entre dos mil y tres mil millones, teniendo en cuenta que el precio de un bovino puede oscilar entre dos y tres millones de pesos.
“Esos inventarios, esa valoración es un proceso entre los productores y el ICA; se pueden estimar unas pérdidas importantes por el sacrificio de bovinos que superaron las 800 cabezas de dos y tres millones de pesos. Por este tema no hay solo pérdidas patrimoniales, también se pierde el avance genético, muchas de esa pintas tenían un desarrollo genético por mucho años, en donde también se ve trastocado, la otra gran perdida, son las actividades comerciales que se dejaron de realizar durante este mes y 25 días”, dijo Campo.
El secretario destacó que gracias a la articulación y unión que hubo entre todos los actores nacionales y territoriales se logró salir en un tiempo récord, pues la cuarentena duró solo mes y 25 días.
Además de los ganaderos, los expendedores de carne también fueron afectados: Antonio Barbosa, expendedor, explicó que las ventas se bajaron porque el consumidor creyó que en el mercado se vendía carne contaminada: “Cuando en realidad para que en una planta de sacrificio como Coolesar o Villanueva puedan sacrificar el animal debe tener una guía de que el animal está vacunado y no está enfermo, entonces hubo también información equivocada y sesgada y eso ayudó a que las ventas se bajaran al 50 %. Ya estamos en diciembre y esperamos que todo vuelva a la normalidad y las ventas repunten”.
Explicó que el ganado que se expendió en el Mercado Público lo trajeron del Cesar pero de zonas que no se encontraban en cuarentena, mientras que el cerdo lo tuvieron que traer de otras ciudades pagándolo más caro y teniendo menos ganancias.
El gerente del ICA en el Cesar, Rafael Murgas, dijo que hoy no se han cuantificado las pérdidas, “pero se sacrificaron en los municipios de Valledupar, La Paz, San Diego y Codazzi donde se decretó la cuarentena. El ICA va a dar una compensación y ya los documentos están en Bogotá”.
El gerente del Fondo Ganadero, Hernán Araújo Castro, no ve un panorama muy despejado y es un poco pesimista, según dijo por la sobreoferta que se presentará después de levantada la cuarentena, lo que afectará al precio, donde aprovecharán los compradores para bajar el valor al ganadero, más no al consumidor.
“El ganadero tiene que salir a vender para atender los gastos de fin de año que incluye prima de navidad para los trabajadores y liquidación para otros, además de los gastos propios de su casa”, mencionó.
De igual modo, hizo un llamado a los ganaderos para que lo ocurrido les sirva de experiencia, para que se defienda la actividad, denunciar el contrabando, porque esto puede acabar el sector que se ha construido con esfuerzo y dedicación.
“A las autoridades que no bajen la guardia y sigan haciéndole control al contrabando, ahora más que nunca”, recalcó.
LO QUE VIENE
Como una forma de ayudar a los ganaderos, el departamento del Cesar aportará 3.500 millones de pesos e igual cifra el Ministerio de Agricultura con el fin de hacer una bolsa común para un Incentivo de Capitalización Rural, ICR, especial que incluye maquinaria e irrigación.