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Peligro en las salas de urgencias de Valledupar

Los médicos de las diferentes sedes del Hospital Eduardo Arrendondo, trabajan en medio de la zozobra por recientes actos violentos en las salas de urgencias. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.

Tanto médicos como enfermeras y personal que labora en el Hospital Eduardo Arredondo Daza del barrio San Martín, han sido víctimas de agresiones por parte de vándalos, delincuentes y pacientes impacientes, que los atacan de manera sorpresiva especialmente en el área de urgencias. 

El gerente de este centro de salud, Leonardo Maya Amaya, dijo que su personal médico y administrativo siente temor y le ha solicitado que se tomen medidas para evitar ser alcanzados por la intolerancia de la comunidad.

En el 2013, la sede San Martín del HEAD ha sido atacada en más de tres oportunidades. “nuestros médicos están expuestos a agresiones físicas y verbales, al irrespeto constante, hay casos detallados en varias clínicas de la ciudad, en nuestras instalaciones”, dijo el gerente.

El pasado sábado, una riña a puñal y pico de botella terminó en la sala de urgencias del HEAD San Martín, sumándose a una serie frecuente de alteraciones al orden público y daños a la propiedad del Municipio, ocasionada por los desadaptados. Esa situación generó tensión y nervios en el personal del HEAD.

Pero ésta no ha sido la única arremetida en contra del hospital y el personal que trabaja allí; el pasado 10 de octubre personal del Ejército Nacional que ejerce controles en el barrio La Nevada tuvo que resguardarse en las instalaciones del HEAD para evitar ser atacados por la población. Uno de los soldados fue agredido y recibió siete puntos de sutura, y a las instalaciones del hospital le llovieron piedras. 

Los médicos manifiestan su inconformidad por tener que trabajar en condiciones salariales difíciles y para una comunidad que continuamente agrede física y verbalmente, poco agradecidos.

“En la sede San Martín nos han atacado cuatro veces este año: a principios de año los médicos tuvieron que desalojar la sede por conflicto de personas en estado de embriaguez; en marzo una mujer abofeteó a una auxiliar de enfermería; a los vigilantes también los han atacado físicamente porque protegen la entrada y el año pasado a un médico le fracturaron el tabique nasal”, dijo Maya Amaya.

La policía interviene con frecuencia

Los celadores son los más agredidos en los hospitales de Valledupar; ellos deben proteger la entrada para evitar que situaciones como la del pasado sábado ocurran. En esa oportunidad algunas personas pretendían matar a un hombre que había sido herido con arma blanca y en urgencias volvieron a atacarlo, luego fue remitido al Hospital Rosario Pumarejo de López con la ambulancia escoltada por los policiales. Por esos hechos la policía capturó a seis personas.

“Capturamos a seis personas que luego fueron presentadas ante la autoridad competente con base en esto tenemos protocolos y hay que esperar el resultado de la legalización de las capturas”, dijo el Teniente Coronel Anthony Currea, subcomandante de la Policía del Departamento.

Los trabajadores del HEAD, sedes, La Nevada y San Martín como los lugares más críticos, sienten temor pues las agresiones físicas son diarias y el respeto por las instalaciones es cada vez menor. Atacar a un centro asistencial es considerado tan grave como arremeter contra las instalaciones de los bomberos, estaciones de policía o escuelas, aseguran los protocolos y mapas de riesgo en las municipalidades.

El HEAD tiene contrato para atender a 290 mil personas, y las directivas aseguran que estar en lugares periféricos de Valledupar determina el tipo de población que atienden con frecuencia. “Nosotros atendemos básicamente a población vulnerable, generalmente vienen de zonas marginales, lugares de conflicto social y eso lo descargan contra el personal y las instalaciones”. 

El seis de octubre ingresaron a la sala de urgencias del San Martín tres personas en una moto, cosa frecuente en todas las sedes, y en esa oportunidad uno de los acompañantes de las persona heridas a bala, intimidó con un arma a un médico, luego al guarda de seguridad y lo despojó de su arma de dotación. El hecho quedó grabado en las cámaras de seguridad y esto permitió que la policía realizara capturas.

Por la riña que continuaron personas en el HEAD San Martin, hubo agresiones al personal médico, al herido, daños a equipos médicos y una enfermera sufrió en una crisis de pánico. Por esos hechos hay seis capturados.

La comunidad rechaza que un centro médico y sus salas de urgencias sean atacados por desadaptados pues si esto ocurre ese lugar no puede funcionar con normalidad, y esto perjudica a cientos de pacientes que requieren atención urgente.

Puntos de vista 

Edith Zuleta, médico: “Desde hace dos años trabajo aquí, y desde que empecé siempre ha habido inconvenientes, alteraciones, peleas, agresiones contra las enfermeras y médicos. Hace un año un grupo de personas tumbaron cosas, medicamentos, puertas, ingresan con armas”.

María Jiménez, auxiliar: “Este año nos hemos aguantado cuatro riñas, siempre los fines de semana, son pandillas, embriagados, drogadictos. Siempre cuidamos nuestra integridad, tenemos que llamar a la policía”.

Antonio Carmona, usuario: “Mal hecho, esta es una institución que está ayudando a la comunidad, atacar a un hospital es muy  mal hecho”.

Daniris Cantillo, usuaria: “Por la falta de atención rápida la gente se molesta, la gente coge rabia por tener que esperar tanto para que la vea un médico, pero nada justifica que se ataque al hospital, no es lógico”.

Con frecuencia el Hospital Eduardo Arredondo Daza es atacado por personas que llegan a lugar buscando atención médica, principalmente acompañantes de pacientes. Este año más cuatro riñas graves se han presentado al interior de urgencias sedes San Martín y La Nevada.

¿Sabía usted que…?

El día panamericano del médico se celebra el 3 de diciembre, en homenaje al natalicio de Carlos Juan Finlay, galeno cubano que con paciencia descubrió, que el mosquito Aedes Aegipty era el transmisor de la fiebre amarilla. Sin embargo algunas corrientes científicas pretenden atribuirle el descubrimiento a un científico estadounidense.

 

Por Andrés Llamas Nova 

andres.llamas@elpilon.com.co

 

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