Saldar las deudas con la población víctima de Colombia es la empresa más grande –y difícil de manejar- que se haya emprendido. Es una deuda de todos, de la sociedad colombiana en general, del Estado, de los victimarios y de las mismas víctimas.
Hoy nueve de abril se conmemora el Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas, fecha que se escogió para tal fin desde el año 2011cuando se aprobó la Ley 1448 (Ley de Víctimas), justamente el día en el que los colombianos recuerdan el asesinato del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán (1948).
En el Registro Único de Víctimas aparecen más de seis millones de colombianos víctimas del conflicto armado, de esa cifra en el Cesar aparecen como víctimas aproximadamente 350 mil personas. Por esa razón no ha sido fácil cumplir con el mandato de la ley: reparación, verdad y no repetición. Han dado pasos en estos seis años de implementación de la Ley, especialmente en el tema de reparación, pero contrasta con la ausencia de la verdad que muchos esperan y pierde el año si se califica la no repetición, debido a que hoy el panorama nacional apunta a la revictimización.
Justo la semana anterior se conoció el último informe de riesgo emitido para todo el país por parte del Sistema de Alertas Tempranas (SAT) de la Defensoría del Pueblo, en el que hacen un “análisis de los riesgos y amenazas contra las defensoras y defensores de derechos humanos y lideresas y líderes sociales”. En ese informe se menciona al Cesar, por supuesto, donde en lo que va del año han asesinado a seis líderes de tierras y víctimas, situación que parece que se ratifica con la amenaza que recibieron el viernes anterior varios líderes, según denuncia emitida por el SAT. Esta vez fue a través de un correo electrónico “presuntamente rubricado por las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC)”, que llegó a “las direcciones electrónicas de seis lideresas y líderes sociales y defensoras y defensores de derechos humanos del Cesar que pertenecen a organizaciones sociales que adelantan iniciativas de defensa de los territorios, que están promoviendo la creación de Zonas de Reserva Campesinas (ZRC) en la Serranía del Perijá, acompañan la implementación del Acuerdo de La Habana y que impulsan la participación de la sociedad civil en los diálogos entre el Gobierno nacional y el Eln”.
Existen en el Cesar numerosas organizaciones de víctimas, colectivos de personas que creen que es posible la reconciliación, especialmente porque hoy es el primer Día de las Víctimas que se conmemora en el marco de la implementación del Acuerdo de Paz con las Farc. Se supone un escenario diferente, que marca el camino del esclarecimiento de la verdad, la reconciliación y el inicio de la construcción de un país mejor.
Si bien la Ley de Víctimas ha permitido que sean visibles, porque según afirma sin cesar el presidente Juan Manuel Santos, “Colombia es el único país del mundo que ha comenzado su reparación antes de la firma de la paz”, aún hay muchos pendientes con las víctimas, la deuda no está saldada, es largo el camino, no imposible, y requiere la participación de todos: empresarios, ganaderos, líderes, academia, iglesia, entre otros. Un punto a su favor es que ya crearon la Comisión de la Verdad y Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas, es una noticia para las víctimas que a través de este mecanismo extrajudicial puedan comenzar el camino de la verdad y el perdón para llegar a la reconciliación.