El 8 de diciembre de 1997, fue inaugurado el patinódromo de Valledupar, uno de los más modernos del país en ese entonces, el cual fue bautizado con el nombre del alcalde del momento Elías Ochoa Daza.
Ya han pasado más de dos décadas y son muchos los jóvenes allí formados en el patinaje, pero ninguno con una carrera tan brillante como la de Andrea Cañón Batista, quien tiene casi la misma edad del escenario deportivo, va a cumplir 22 años. Ella comenzó a patinar en esa pista cuando apenas era una bebé, bajo la instrucción de los clubes Santa Rosa y Élite Valledupar, según recuerda su mamá.
Hoy podemos decir que en el viejo patinódromo se formó una de las deportistas de esta disciplina que más honores le ha dado al Cesar, aunque sea representando a otro departamento (Bolívar), ya que en este no encontró apoyo; de haberse quedado acá lo más probable es que nunca habría llegado a hacer parte de la Selección Colombia de Patinaje.
Andrea fue campeona mundial 2014 en la categoría juvenil. Su fortaleza son los 100 metros y 300 metros, que la convierten en una patinadora con mucha potencia, para disputar las pruebas de grupo; en el selectivo 2015 mejoró el tiempo de record del mundo en los 300 metros.
Los reconocimientos nacionales e internacionales son una constante en su carrera, entre los que destacamos: medalla de oro en los 300 metros contrarreloj individual y otra de plata en los 100 metros del Campeonato de Patinaje de Carreras de los World Roller Games, que se disputó en Nanjing, China, en 2017. En los pasados juegos Suramericanos, en Cochabamba, Bolivia, ganó medalla de oro en la competencia de 300 metros contrarreloj individual. Su más reciente hazaña fue hace 11 días al coronarse campeona en la prueba de 400 metros vuelta al circuito de patinaje, en el Mundial de Holanda.
La cuna deportiva de esta triunfadora empezó a ser demolida desde el año pasado para darle paso a la construcción de un nuevo escenario, que debe estar listo en menos de dos meses, porque será sede del Campeonato Nacional Interligas 2018, evento que se llevará a cabo del 12 al 21 de octubre y en el que participarán deportistas de 24 ligas del país.
Todo este preámbulo es para proponer, con todo el respeto que merece el exalcalde de Valledupar, Elías Ochoa Daza, que su nombre sea borrado del escenario y en cambio se le rinda homenaje a una deportista que ha dejado en alto al departamento del Cesar. Estos escenarios deben llevar los nombres de los deportistas que nos llenan de orgullo con sus logros y trayectoria impecable, que inspiran a las nuevas generaciones. Lo ideal sería, que el nuevo escenario se llame Patinodromo Andrea Cañón Batista.
Consideramos que el departamento debe reivindicarse con esta deportista por el apoyo que no le brindó y que en el año 2014 la llevaron al departamento de Bolívar.
Sabemos que estos cambios requieren trámites largos y tediosos, pero sí es posible. A lo largo de la historia hemos visto como los políticos tratan de perpetuar sus nombres y los de sus familiares en las obras públicas, ¿por qué no hacerlo con una figura de la que todos nos sentimos orgullosos? Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.