La Junta de Acción Comunal del barrio Simón Bolívar y miembros de la comunidad del sector, unen fuerzas para mantener el parque en buen estado y alejar a los delincuentes y viciosos que lo destruyen, pero exigen más presencia de las autoridades.
El parque del barrio Simón Bolívar se ha convertido en el sitio preferido para los antisociales que han trastrocado, el lugar de esparcimiento de los jóvenes y niños del sector, en una posada delincuentes y consumidores de sustancias alucinógenas, tal como lo manifiesta la comunidad.
El área de cesión fue inaugurada el 26 de mayo de 2011 y fue entregado a la ciudadanía por parte de la administración municipal de Luis Fabián Fernández; el sitio fue dotado con dos canchas de fútbol y juegos para que fuera utilizado como escenario de diversión para los pequeños del barrio.
El parque, situado en la calle 26 con carrera 18A, pasó de ser un lugar lleno de felicidad a un sitio desolado; pues, según denuncias de los vecinos, personas ajenas del sector se han apoderado del parque, han destruido los recolectores de basura y los juegos didácticos están averiados.
Los vecinos del parque dijeron que ven un sitio olvidado por las autoridades, mientras que el presidente de la Junta de Acción Comunal, Jorge Moreno, señaló que es poca la vigilancia policial en los alrededores del parque.
Ante el olvido y descuido del parque, la Junta Comunal viene desarrollando actividades deportivas y de reparación en el área de cesión en compañía de la comunidad para que el sitio ya no sea visitado por los delincuentes, quienes lo utilizan para consumir drogas y asaltar a los habitantes.
Cuentan los residentes que todas las noches, jóvenes se reunían en el parque para consumir sustancias alucinógenas y que además destruían las lámparas para que no fueran vistos, por lo que el lugar permanecía oscuro cuando caía el sol.
La estatua de Simón Bolívar no se salvó del asecho de los antisociales, la estructura está deteriorada porque estas personas además de utilizar el parque para el consumo de drogas, también se empeñan a destruir la imagen del Libertador.
Ante esta situación, la comunidad exige a las autoridades más presencia en el barrio, especialmente en las horas de la noche; porque si bien es cierto que están trabajando de la mano con la Junta Comunal para mantener el parque en buen estado y ahuyentar a los delincuentes y demás personas extrañas, no es tarea fácil si no se cuenta con la ayuda policial.