Saludamos la presencia del director del Partido Liberal y candidato presidencial, Rafael Pardo Rueda, hoy en Valledupar. Bienvenido a una tierra de estirpe liberal e hija de un gobierno liberal.
Hoy el país tiene en el ilustre candidato liberal, Pardo Rueda, ex senador de la República, ex ministro de defensa y consejero de paz, una carta valiosa para la contienda política, condicionada por el incierto futuro de la ley que convoca a un referendo reeleccionista. Se trata, sin lugar a dudas, de un estudioso de los problemas nacionales, desde sus épocas de estudiante de economía en la Universidad de los Andes, en donde luego fue catedrático e investigador.
Pero llega usted, doctor Pardo Rueda, en mal momento a Valledupar. Y decimos en mal momento, porque el histórico partido, el de los cambios en Colombia y bajo cuya gestión se creó el departamento del Cesar, pasa por una profunda crisis en esta zona del país, quizás mayor a la que vive la colectividad en otras regiones.
Cuanto añoramos al histórico partido, el que llenaba la Plaza Alfonso López Pumarejo, hasta el palo de mango, con un Carlos Lleras Restrepo, bajo cuyo gobierno nació el Cesar, cuyo primer gobernador fue Alfonso López Michelsen, vástago de un ilustre hijo de estas tierras, como el fue López Pumarejo, presidente cuyo gobierno ha sido el más liberal y progresista que ha tenido Colombia en toda su historia.
Tiempos aquellos de un partido que produjo acá figuras como un Pedro Castro Monsalvo, y luego una pléyade de líderes como Crispín Villazón de Armas, Eloy y Clemente Quintero, José Antonio Murgas Aponte, Alfonso Araujo Cotes, Anibal Martínez Zuleta, José Guillermo Castro Castro, Edgardo Pupo Pupo (q.e.p.d), Álvaro Araujo Noguera, entre muchos otros, de quienes hoy sólo quedan los recuerdos y sus ejemplos de trabajo por su región.
Cuanto ha cambiado todo, hoy el liberalismo en el Cesar no convoca a las grandes masas, no puede mostrar realizaciones por parte de los congresistas que hoy quieren representarlo y – por el contrario- están llevando al partido a un camino sin retorno, a tal punto que, por primera vez en la historia, el liberalismo cesarense se puede quedar sin representación en el Congreso de la República. De esa dimensión es la crisis.
Hoy, doctor Pardo Rueda, usted encuentra un liberalismo en ruinas en el Cesar; igual, quizás, a como se ven nuestros campos no sólo por el inclemente verano que nos azota, sino por la falta de políticas claras y efectivas para el sector agropecuario, del cual hemos vivido tradicionalmente, de un gobierno cuya cabeza nació también en el liberalismo, en ese liberalismo social y comprometido, pero que abandonó las causas sociales, como la lucha contra la pobreza y la inequidad, por concentrar todo en el tema de la seguridad democrática, hoy en crisis en las ciudades del país incluyendo a Valledupar.
Y es que a la gran división que sufre la divisa roja, debido a la manera sectaria y excluyente como ha sido manejada por un directorio a espaldas de la realidad social, política y económica de departamento que, a su vez, sufre la mayor crisis de liderazgo en su vida institucional, se le suma una lista que ratifica esa falta de liderazgo, con personas con una escasa representación política en una zona del país cuya gran mayoría de la población es liberal, como lo pueden ratificar los resultados históricos de las elecciones en las últimas décadas.
Ojalá su presencia, doctor Pardo, sirviera para enderezar las cosas y retomar el rumbo de un partido llamado a seguir luchando por las grandes causas sociales de la nación, como el tema de la erradicación de la pobreza, la inequidad y la concreción de derechos hoy consagrados en el papel, pero ausentes no en la realidad, entre tantos otros temas; pero lamentamos que quizás ya sea demasiado tarde, en vísperas de estas elecciones para Congreso de la República.