Por: Yelene Cuan Pertuz. @yelenep
Desde hace tres días, el Callejón de Pedro Rizzo está desolado, de la bulla de los vendedores y de la exposición de mercancía, se pasó a hombres con taladros, picos y palas, quienes hacen una larga zanja para proceder con el cambio de tubería del alcantarillado, de esa zona ubicada en la calle 16C entre carreras 7 y 8, pleno centro de Valledupar.
Esta situación ha generado molestia entre los más de 250 vendedores informales, que se ganan el sustento con la venta de su mercancía, debido a que por estos días no cuentan con un sitio para hacer dichas ventas y consideran que un mes, que es el tiempo que supuestamente durarán los trabajos, es mucho.
La inconformidad de estos vendedores estacionarios, es que si Emdupar tenía previsto realizar estos trabajos desde el mes de diciembre, pero a petición de ellos los aplazaron para enero, esta empresa junto con la administración municipal, debió haber pensado en la reubicación de estos puestos de trabajo, al menos mientras se hacen las obra, porque esta es una buena época en la que el comercio se mueve bastante por el inicio de la temporada escolar.
En esta zona llamada Callejón de Pedro Rizzo, se exponen mercancías varias, como calzado, ropa interior y exterior, uniformes, licras, bisutería, entre otros, que por esta temporada tiene gran demanda, por lo que no habrá ventas y quienes se arriesgaron a quedarse, consideran que por la condición en que se encuentra el callejón, nadie llegará por allí.
Para los comerciantes informales, la inconformidad no es por la obra, sino porque no se ha dado la reubicación, agregaron que, no están en contra de esos trabajos de cambio de tubería de alcantarillado porque son necesarios y representan progreso para la ciudad, debido a que cada vez que llueve estas tuberías se rebosan causando malestar a los propietarios de los establecimientos.
La solicitud que hacen los vendedores, es que la administración municipal les debería dar solución a este problema, buscar un sitio en donde ubicarlos mientras se hacen los trabajos, porque es mucho dinero el que se deja de recibir, comenzando que cuando el día es malo, hacen mínimo unos 30 mil pesos, pero ahora con los brazos cruzados no logran ni un peso.
La obra
El contratista encargado de la obra, el arquitecto José Alberto Herazo explicó que, las obras estaban proyectadas iniciarse a partir del tres de enero, esto no fue posible porque no había personal disponible, además, porque aún había movimiento de ventas, por tanto, comenzaron el pasado martes ocho y aunque en el contrato esta obra tiene una duración de 45 días, él se compromete en agilizar los trabajos y a entregarla en un mes.
En cuanto a la reubicación de los vendedores, el contratista afirmó que, esto es algo que le compete a la administración municipal, de todas formas estos trabajos fueron concertados con la comunidad y existe acta que así lo confirma.
El Pilón intentó comunicarse con el secretario de Gobierno Municipal, Carlos Felipe Quintero para conocer si era posible la reubicación, pero no se estableció contacto con el mencionado funcionario.
Puntos de vistas
Wilmer Trillos: “Esta obra nos perjudica bastante porque estamos en la temporada escolar, está bien que hagan los trabajos pero al menos nos debieron reubicar”.
Esmeralda Almendrado: “Estos trabajos nos afectan, porque el callejón está cerrado, hay mucho polvillo y la gente en estas condiciones no viene, así que yo vivo de este puestecito y me tocará ponerme en otro lado porque tengo que vender, a mi esposo lo van a operar y no tenemos otra fuente de ingreso”.
Nellys Ospino: “Nos afecta la obra, por todo lo que genera la construcción y el levantamiento del material de escombros, pero es una necesidad que se hagan dichos trabajos, aunque nos bajen las ventas”.