Con ocasión de las denuncias en varios departamentos del país, donde han detectado que la comida que consumen los menores en colegios y hogares infantiles están en mal estado y se convierten en un peligro para la salud, es importante que las autoridades de salud del Cesar hagan una revisión a la alimentación que les están dando a los menores y estudiantes del departamento.
En el Atlántico el Instituto Colombiano de Bienestar familiar y la Secretaría de Salud Departamental hicieron un estudio y encontraron que en 19 municipios de este departamento consumen alimentos con hongos o coliformes fecales.
¿Qué están comiendo los niños y niñas del Cesar?
El Icbf en este departamento está de bajo perfil, ni siquiera se pronuncian sobre el aumento de casos de menores abusados, maltratados, menos sobre lo que está pasando en el tema de alimentación, que no por ser gratis, debe ser de mala calidad.
Es importante que los padres de familia estén atentos y puedan hacer un papel veedor para evitar que la salud de sus hijos, beneficiados de los programas de alimentación, se vea afectada. Los presupuestos deben invertirse completos y los profesionales encargados de que se cumplan los procesos deben responder por ello: que la comida que se compra sea de buena calidad, que su almacenamiento, preparación y manipulación sea la adecuada.
En el Cesar hay 25 secretarías de salud y la departamental que deben hacer visible el trabajo que hacen, si lo hacen, con los programas de alimentos. Además, el Icbf debe ser más proactivo, menos reactivo, porque hasta ahora no se conoce qué pasa, si están llegando a tiempo con la alimentación, si cumple con los protocolos de higiene y salubridad.
En el Cesar son más de 140 mil menores de edad los que se benefician con la alimentación escolar.