Hurgando un poco las redes sociales me encontré con una frase que me puso a pensar y dio origen a esta columna: “Colombia es el único país en el mundo en el que toca consultarle a sus habitantes si quieren vivir en paz”.
Qué necesidad tenía, tuvo o tiene el Presidente Juan Manuel Santos de hacerle esa pregunta a su pueblo, es una solemne tontería, sabiendo él la oposición terrible que tiene al frente en cabeza del expresidente Álvaro Uribe Vélez, un hombre convencido de sus ideas, con una inteligencia excepcional y capacidad de trabajo inigualable, rodeado de un equipo disciplinado que está dando la batalla para promocionar el NO.
¿Para qué el Presidente Santos se inventó ese cuento que le va a costar al país los millones de chaflán y una polarización pocas veces vistas? Por puro enchollamiento que está muy cerca de la vanidad, el orgullo y la soberbia, para ver enfurecido y derrotado a su antiguo patrocinador y amigo. ¿Para qué? Me pregunto una y otra vez y no le encuentro respuesta válida, ya que el Congreso en forma ultra rápida aprobó todo y los acuerdos tienen fortaleza constitucional.
¿Será que fue imposición de las Farc? Creo que no, porque ellos han dicho que de triunfar el NO el proceso continúa en forma irreversible, pues ellos saben para dónde van y por dónde le corre el agua al molino y ya tienen certeza, como la tengo yo, que en cuatro años de físicas palabras ganaron la batalla que venían librando desde hace 60 años a punta de machete y bala y en menos de lo que pensamos estarán apoderados del Congreso con 30 curules por lo menos, como lo afirma María Isabel Rueda en días pasados en El Tiempo: 10 fijas, 16 de las circunscripciones especiales, territorio en donde todos podrán participar e ir a buscar votos, pero que ellos tienen bajo su absoluto dominio y no creo que estos angelitos vayan a ser tan ángeles como para dejarse quitar lo que ya tienen, porque eso es de ellos y ellos tienen sus candidatos, dos ó más que con seguridad sacarán en Bogotá, Barranquilla y en todos los rincones de Colombia a donde irán farcaleando. Eso está claro y si no es así, que me desmientan con argumentos, porque eso es lo que veo venir, repito, con claridad absoluta.
Para qué Santos se inventó esta confrontación terrible, ¿para qué? Porque el triunfo del SI no es de él, es de los colombianos, ya que él tiene un índice de popularidad muy bajo y paradójicamente Uribe que lo tiene altísimo, como ningún otro colombiano perderá con el NO. Repito, porque no es el triunfo de Santos, sino del pueblo colombiano a quien jamás se le ha debido a poner a votar para decir si quiere la paz, porque quien no quiere vivir tranquilo, seguro, sosegado, divirtiéndose, produciendo y trabajando y pegándoselos cuando quiera y en cualquier parte. ¿Quién? Ninguno, todos queremos vivir en paz y eso es lo que vamos a ver, de pronto, después de pasar estos terribles días que nos quedan de confrontación, odios y disputas permanentes.
Si vamos a votar por la paz, yo todavía sigo confundido y ahora un poco más con la esguillotiná del Procurador Ordoñez, vivamos en paz y no discutamos tantas pendejadas, pues ahora parecemos perros y gatos o religiosos fundamentalistas que no admiten sino su verdad.