La presencia del Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales, Cesore, ha permitido que el departamento del Cesar cuente con investigaciones recientes que permiten conocer con cifras y análisis puntuales la realidad del departamento y de cada uno de sus municipios. Para este mes de diciembre, Cesore presenta un análisis que puede ayudar a focalizar el gasto público y a fortalecer la acción colectiva en nuestro departamento, documento que se titula: ‘Para que nadie se quede atrás en el departamento del Cesar’.
Este tipo de investigaciones vale la pena leerlas, seamos o no economistas, seamos o no servidores públicos, cualquiera sea la profesión, incluso es un material de lectura que puede ser útil para personas en proceso de formación de educación superior en nuestra región. Qué bien le haría al departamento del Cesar que las universidades que tienen sedes en el Cesar den a conocer este documento de Cesore; pero también puede ser muy útil para la Gobernación del departamento y sin excepción para las 25 alcaldías municipales.
Quien sea secretario de despacho o asesor de la Gobernación o de una Alcaldía en el Cesar, que mejor que iniciar el 2021 habiendo dado lectura a una investigación que permite identificar que sectores de la población en nuestro departamento se están quedando atrás en un escenario de carencias múltiples; una investigación que hace un análisis del índice de necesidades básicas insatisfechas. Estas investigaciones si se saben aprovechar, fortalecen la gestión de un gobernador y de un alcalde.
Pero además, qué mejor que tener la posibilidad de mirar quiénes en el Cesar se están quedando atrás por choques y fragilidad. O temas no menores como los efectos del cambio climático, la migración venezolana y el desplazamiento interno.
Aprovechemos el trabajo de Fernando Herrera Araújo, quien desde el rol de investigador principal en esta investigación toca temas sensibles como el cambio climático y la crisis de los pescadores del Cesar, o que mientras falta agua sobra la priorización de parques. Pero además que bueno que el trabajo cuente con la presencia de Jairo Núñez Méndez, quien adelantó el análisis cuantitativo, y que la investigación cuente con profesionales de la región como Manuela Sanín y Deivis Caro, entre otros. Un trabajo que no busca hacer señalamientos, un trabajo que saca conclusiones donde no caben las especulaciones. Una investigación que aunque suene redundante es seria y con datos objetivos.
Una investigación donde se puede ver quiénes se están quedando atrás en el Cesar por situación socioeconómica, los efectos del desempleo, la baja calidad de la educación y la carencia de agua potable; quiénes se están quedando atrás por razones de discriminación y quiénes se están quedando atrás por razones de gobernabilidad.
La investigación ofrece un análisis de la población en condición de discapacidad, LGBTI y la educación de la población indígena. Por encima de todo, son las nuevas generaciones las que tienen mayor capacidad de absorber conocimientos y generar cambios; investigaciones como estas pueden permitir a estudiantes de pregrado de las universidades ubicadas en el Cesar, indistintamente de la carrera que estén cursando o si es una universidad pública o privada, identificar entre muchas otras cosas que las administraciones públicas ineficientes y poco transparentes dejan atrás a poblaciones enteras, pero además que la pobreza que más daño hace es la mental.