En nuestro país lo usual es que en cualquier tertulia se comente que el presidente Duque es mal gobernante. Con la recaptura de Aida Merlano en Venezuela por integrantes de la Faes (Fuerzas de Acciones Especiales), creadas y manejadas por el dictador Nicolás Maduro. Inmediatamente, portavoces de la Casa de Nariño anunciaron que el gobierno colombiano solicitará la extradición de la excongresista a Juan Guaidó, a quien el presidente Duque reconoce como gobernante legítimo en el vecino país.
Y si el presidente Duque oficializa tal anuncio, sin duda alguna, sus críticos le darán duro sin ninguna contemplación.
El futuro de Aida Merlano, que el año pasado huyó a Venezuela con el propósito de evadir la condena de 15 años de cárcel por corrupción electoral, lo más probable es que permanezca en Caracas como asilada debido a la falta de relaciones diplomáticas entre estos dos países. Que en todo el mundo saben seguirán irreconciliables hasta no se sabe cuándo.
El tirano en una de sus habituales alocuciones, con enorme insolencia se burla del presidente Duque, a quien lo cataloga como subpresidente y lo reta a que solicite la extradición de Aida Merlano a Juan Guaidó, mostrando en una de sus manos un teléfono Huawei, elogiándolo como el mejor del mundo; es decir, vanagloriándose de que cuenta con el respaldo de los gobernantes de la China, también gran aliado de Vladimir Putin el mandamás de Rusia, mandatarios de estos poderosos países que amedrantan al prepotente Donald Trump, el tan cuestionado presidente de Estados Unidos que, anda más que todo, pendiente de frenar el proceso de impeachment, que en español significa revocación de mandato , que reciamente le ha promovido el partido político Demócrata en cabeza de la pujante Nancy Pelosi Young, actual presidenta de la Cámara de Representantes del congreso estadounidense, la única mujer que ha llegado a tal presidencia y a la vez al segundo lugar en la línea de sucesión presidencial, después del vicepresidente de tan potente país, que antes dominaba el mundo y hoy no se atreve a derrocar al autócrata Nicolás Maduro.
Ante esta situación de tanta lucha de poderes, se puede suponer que la huida de Aida Merlano a Venezuela es una estrategia bien planeada y coordinada, porque eso del soborno a los miembros del Faes que la capturaron, con 300 o 400 mil dólares, parece más pantomima que realidad. Ni vayan a creer que la idea surge de Venezuela, pues los más favorecidos son los copartidarios de la prófuga y el más perjudicado sería el presidente Duque, a quien lo califican como incompetente y algunos dicen que es lo peorcito que ha llegado como jefe de la Casa de Nariño.
Que lo pusieron para que ayudara a derrocar al tirano venezolano y a problematizar la implementación del acuerdo de paz con las antiguas Farcs. Esto último lo ha cumplido como se lo van indicando, en cambio lo primero se le ha complicado tanto, que lo ha puesto en total ridiculez.
El proceso por la recaptura de Aida Merlano en Venezuela apenas comienza, todavía ninguno de los países implicados ha iniciado los protocolos dispuestos para solicitar la extradición de quienes cometen delitos en sus países y son capturados en el exterior. Esperemos en que termina este suspenso. Lo más seguro es que lo minimiza otro de mayor gravedad y magnitud. Como siempre ha ocurrido en nuestro país.