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El papel del padre, un trabajo difícil y poco valorado en la sociedad

Desde hace 100 años, El tercer domingo de junio es un día de celebración donde se honra la paternidad y la influencia del hombre como padre en la vida familiar.

Luis Martínez se despierta muy temprano a pesar del cansancio que lo aqueja al despertar. Su día inicia poco antes de que salga el sol y aunque muchas veces desearía darse un descanso, para él lo primero es brindarle las mejores condiciones a su pequeña Valeria.

Llegar a casa y encontrar una sonrisa efusiva y los brazos abiertos de su niña hace que todo el agotamiento y el estrés generado por la dureza de su empleo se desvanezcan. Su hija y su esposa lo son todo para él y a pesar de que no ejerce su profesión porque no le genera el dinero que necesita para su familia, poco le importa someterse a labores extenuantes mientras ello le permita responder por ellas y ser el padre que desde niño deseó tener.

“Como profesional, soy instalador de estructuras livianas como drywall y ese tipo de materiales que se usan en los diseños de interiores. Pero desde que me enteré que iba a ser papá me di cuenta que lo más importante es darle lo mejor a tus hijos e infortunadamente, ese trabajo no me da el dinero que quiero para mantener a mi hija y mi mujer como se lo merecen. El amor que siento por ellas es más que suficiente para que yo me atreva a trabajar en cualquier cosa digna que me permita darles todas las cosas que yo no tuve, darles el amor que mi papá no tuvo para mí y sobretodo, ser el hombre que soñé y sería cuando fuera jefe de mi hogar”, cuenta Luis al preguntarle sobre lo que representa abandonar sus sueños para emprender la difícil tarea de la paternidad.

Así como Luis, muchos hombres se desviven día a día para brindarle a sus hogares las mejores condiciones para salir adelante y ser un soporte en el que se puedan apoyar.

Muchos los consideran como súper héroes, sobre todo los niños, quienes ven en ellos sus figuras, ejemplos a seguir y referentes de lo que es ser un hombre en todo lo que este rol conlleva desde cada aspecto.

Según Maher Salas, independientemente de los distintos tipos de padres que abundan en la sociedad, un buen padre educa con su ejemplo. “En mi caso mi papá nunca me ha sentado a darme un consejo, pero no ha hecho falta porque con su ejemplo me ha bastado para ser un hombre de bien”, dijo.

Aunque no todos cumplen con este importante compromiso, lo cierto es que la figura del hombre dentro de la sociedad y aún más, dentro de la estructura familiar es vital para el óptimo desarrollo y crecimiento no solo de los hogares, sino de los niños durante su etapa de crecimiento y de labrar su propia identidad, donde el padre ejerce una influencia casi que imprescindible.

La función del padre tiene una connotación tan importante como el de la madre, aunque muchas veces la sociedad no le da el valor que merece por las emergentes concepciones matriarcales. Así lo aseveró la psicóloga Luz Karime Fuentes, quien explicó que si bien este papel es cubierto y hasta desplazado por las miles de madres solteras, la figura paterna es un rol irremplazable.

“Un niño que desde pequeño carece de figura paterna presenta vacíos, debilidades en ciertos rasgos de su personalidad e incluso problemas para interactuar con otras personas. Incluso me atrevo a decir que cuando el padre de un varón está ausente, este niño tienden a tomar actitudes de su madre, ya que al ser ella su referente, el menor adopta algunos aspectos propios de las mujeres porque durante los primeros años, la persona se forma mediante el aprendizaje especial y copia las mayores cosas de quien sea su figura”, indicó Fuentes.

Según la profesional, el hombre como padre aporta al desarrollo del individuo aspectos relativos a la autoconfianza y la formación del carácter. Es él el modelo de autoridad de la mayoría de las familias y también se muestra como figura de respeto, de seguridad, de carácter y de sapiencia mientras que a la madre se le atribuyen la sutileza, los aspectos afectivos, la formación sensitiva, entre otros.

¿Padre o amigo?

La forma en que se ha adoptado la paternidad a través de los años ha cambiado paralelamente a la evolución de la sociedad. De la actitud distante del padre autoritario, poco dado a los abrazos y a los mimos hacia sus hijos se ha pasado a la figura del padre amigo, que participa activamente en sus cotidianidades.

“El padre debe tener un equilibrio entre ambas cosas. Cuando el hombre quiere adoptar el rol del amigo muchas veces cae en el error de ser permisivo y eso propicia la perdida de la autoridad ante el niño o el adolescente, pues en su deseo de evitar repetir los mismos errores de sus padres, muchos confunden ese concepto de amistad con complicidad, iniciando esta relación desde muy temprana edad, creando en el niño inseguridad, ansiedad, sin crear respeto hacia ellos”, explicó Luz Karime Fuentes.

La paternidad no es fácil ya que se trata de una tarea emocional a la que hay que dedicar tiempo y energía, y tiene una connotación tan importante como el de la madre, aunque muchas veces la sociedad no le da el valor que merece.

Por Daniela Marbello / EL PILÓN
danielamarbello@hotmail.com

 

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