He esperado hasta última hora para escribir este artículo, para ver si aparecen la medicina o la vacuna para el maldito bicho ese que hasta ahora tiene en jaque al mundo y ante el cual el único remedio encontrado es no dejarse infectar, especialmente los viejocones como yo, que siempre somos hipertensos, diabéticos, asmáticos y demás dolencias que siempre cargamos los mayores de 60. El único remedio es aislarnos, encerrarnos y no dar papaya, pues papaya caída, papaya comida.
Hasta ahora las medidas adoptadas y ordenadas por el señor presidente Iván Duque han sido oportunas y acertadas y Colombia aparece entre los 3 primeros países, solo superado por la poderosa Alemania y la avanzada Chile en donde se ha podido atajar la propagación y la mortalidad de los afectados, que no alcanza el millar y no supera 0.4 % y este esfuerzo y acierto hay que aplaudirlo hasta cuando, repito, aparezcan la droga o la vacuna salvadoras pues de que aparecen, aparecen, pues no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista.
Hasta ahora, gracias a Dios y al equipo de gobierno, ha dispuesto el señor presidente Duque de los recursos necesarios para tenderle generosamente la mano para satisfacer en buena parte las necesidades básicas, contando para ello del sector privado, que con Sarmiento Angulo, Ardila Lule, Gilinsky, Grupo Antioqueño, Banco de Colombia, Banco de Bogotá y demás grupos poderosos como Argos, Ingenios Azucareros, Sura, Olímpicas, Daes, Éxitos, Jumbos y cuanto rico tapao hay. Pero el dinero se acaba y el mal continúa y el remedio sigue siendo el mismo, ¿qué hacer? Vendrá la época de muchos más sacrificios y se tendrá que recurrir a los traslados presupuestales, al Banco de la República y a las poderosas empresas estatales y no habrá obras materiales de ninguna naturaleza, tales como carreteras, vías en general, colegios, universidades, pavimento de calles, parques costosos como los del Valle o baratos como los de Barranquilla, en una palabra, después del funcionamiento recortado, lo demás será destinado al sector salud, concreta y específicamente al tal 19 que me hace recordar a otro 19 que hubo en Colombia que arrasaba todo sin respetar pinta, hay que sanear los hospitales y a esos héroes, como tal se han portado, que son los médicos, enfermeras y personal paramédico, que en compensación a su sacrificio no se les debe adeudar un peso.
Hasta el momento, dentro de la tragedia, vamos, vamos bien, entre comillas, pero lo cierto, es que hay que seguir el ejemplo de los poderosos y disciplinados germanos, pero para eso nuestro líder y presidente Iván Duque necesita de la solidaridad del pueblo colombiano, de sus partidos políticos sin exclusiones partidistas que vayan a tratar de ganar réditos electorales, ante esta hecatombe que amenaza la extinción de una gran parte de la especie humana.
Aquí, en el Cesar, también hay que aplaudir la labor del señor gobernador Luis Alberto Monsalvo y de los alcaldes encabezados por el Mello Castro que han cumplido las directrices del presidente Duque y han conseguido que la empresa privada, Klarens, DPA, Mi Futuro, Olímpica, Éxito, Jumbo, Macro, Colanta y otros que se me escapan o ignoro, colaboren para mitigar el hambre y la sed de los más necesitados.