Ante la escasez de agua en la zona norte de Colombia por fenómenos naturales, como El Niño, la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, Fedepalma, creó el Campo Experimental La Sierra, ubicado en el kilómetro 66, vía Santa Marta- Fundación, donde los investigadores se enfocan en la gestión y uso eficiente del recurso hídrico.
El líder ambiental de Fedepalma, Juan Carlos Espinoza Camacho, explicó que los niveles de agua de las fuentes hídricas que bajan de la Sierra Nevada y que alimentan en gran medida a muchas palmeras y la Zona Bananera cada vez presenta menos agua, siendo que cada vez hay más productores y población.
“Hemos diseñado diferentes sistemas de uso eficiente de agua como unos modelos demostrativos para que los palmeros puedan utilizarlos en sus cultivos. Se busca incrementar la productividad de los palmicultores del Magdalena y de otros departamentos que en periodos de alta sequía pueden llegar a bajar la producción entre 40% y 100%”, precisó.
El Palmar de la Sierra es el más reciente centro experimental de Fedepalma, que será inaugurado en aproximadamente 15 días, el cual busca, según su superintendente José Julián Monroy, “mejorar el manejo del recurso hídrico en las plantaciones de palma de la Costa Caribe a través del desarrollo de nuevas tecnologías para el riego”.
El centro que cuenta con dos laboratorios especializados para la investigación de plagas y de palma, centro de recepción, oficinas y 202 hectáreas con tres tipos de riego experimentales, inició su funcionamiento en diciembre y se espera a final de año entender cómo funciona la asimilación de agua de la palma a través de su desarrollo científico.
Fedepalma tiene cuatro centros experimentales de investigación en las zonas más productoras del país y, según sus cálculos, por cada peso invertido en el desarrollo científico de este producto agroindustrial sus palmicultores reciben en beneficio hasta $3,5 de vuelta.
Sostenibilidad ambiental
Fedepalma también trabaja en los modelos de sostenibilidad ambiental para los palmicultores. Al respecto, el líder ambiental subrayó: “Lo que buscamos es que la gestión ambiental sea cada vez más estratégica en las empresas, no enfocada en reaccionar en lo que las autoridades pidan, sino en entender que la gestión ambiental puede ser fuente de valor agregado para el negocio, no solo porque ayuda a mitigar riesgos por temas legales, sino que también es fuente de valor”.
Para el experto, si los recursos naturales se utilizan más eficientemente, si se aprovechan nuevas oportunidades de negocio por el aprovechamiento de la biomasa, resultante del proceso de extracción, se pueden reducir los costos de producción y generar ingresos adicionales para el negocio.
Espinoza Camacho aseguró que “la idea es cambiar un poco la cultura de que la gestión ambiental es un costo o una obligación, para concientizar a los palmicultores de que la vean como una oportunidad para reducir costos, de tener nuevos ingresos, de entrar a mercados diferenciados que reconozcan la sostenibilidad como un factor diferenciador”.
“También buscamos cambiar la mentalidad que la gestión ambiental solamente cobra relevancia cuando el cultivo está sembrado, sino que la gestión ambiental es aún más relevante si se planifica los proyectos nuevos porque allí se pueden prevenir riesgos y evitar la ubicación de nuevos proyectos palmeros en zonas donde por importancia ambiental no sea idóneo. Allí es donde se puede analizar si los proyectos van a tener suficiente agua, si van a estar expuestos a riesgos o amenazas por inundación, sequías, entre otros inconvenientes”, acotó.
Panorama de la palma de aceite
Colombia posee más de 500 mil hectáreas sembradas de palma de aceite; este cultivo hace presencia en 122 municipios de 22 departamentos. “Tenemos más de 6.000 productores palmeros en Colombia y generamos más de 150 mil empleos, entre directos e indirectos. En el transcurso del tiempo lo que buscamos es generar un mayor valor de exportación más que en el consumo interno y para eso estamos trabajando. Estamos viendo cómo debemos preservar nuestras cuencas hídricas, sobretodo en la zona norte es un tema fundamental, por eso con el sector privado estamos jalonando con diferentes entidades como Findeter y Gobernación del Magdalena para estructurar un proyecto de un distrito de riego, que tenga un doble propósito: el consumo humano y se pueda desarrollar un poco más de un millón de hectáreas para que las tierras no solo sirvan para cultivo de palmas, sino para diferentes productos”, manifestó la delegada gremial de la zona norte, Patricia Díaz Hamburger.
Sus beneficios
Según los estudios de diversos institutos y universidades del país, entre los beneficios de aceite de palma se destaca: tener cero grasa trans, contener vitaminas; no deja olor ni sabor extraño en las comidas, lo que hace que sea un producto apetecible; ser antioxidante y fortalecer las actividades del corazón. Por eso se dice que el aceite de palma es mejor en comparación con otros.
Entre los productos que se extraen de la palma de aceite están: alimentos con aceites para frituras, margarinas, chocolatería, heladería, repostería, cosméticos, jabones, detergentes, velas a base de grasas y para la industria del biocombustible.
¿Sabía usted que…
En una plantación de palma de aceite se saca más aceite en comparación con otros productos. En menos espacio de tierra o menos cultivos se saca una mayor producción de aceite como la soya o el girasol?
La gestión ambiental no solamente es importante establecerla cuando el proyecto ya está establecido, sino que es más prioritaria cuando el proyecto se está planificando.
Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN