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¿Pagar justos por pecadores ante Afinia? 

La expresión pagar justos por pecadores significa que, un grupo de personas que son justas, es decir, que han hecho las cosas bien, pagan las consecuencias de las malas acciones de otras personas. 

Es el caso de Afinia, que justifica que las tarifas se encarecen porque se cobra la energía que se roban los usuarios, argumentación de Javier Lastra, gerente general de la compañía. 

Lastra se mostró inconforme porque la CREG (Comisión de Regulación de Energía y Gas), busca anular la norma que permite que Afinia incluya en los recibos de los usuarios el dinero que deja de recaudar por fraude. 

Afinia dizque pierde medio billón de pesos al año por esta maniobra fraudulenta, expone la gerencia, pero los que no defraudan a la empresa cuestionan la premisa de meter a todos en la misma bolsa y que paguen “Justos por Pecadores”. Hace entonces carrera aquel dicho: “Aquí se premia al pícaro”. 

Muy peregrino argumento, y es claro que la comercializadora de energía en lugar de controlar el fraude lo incentiva. ¡Qué descaro! “La absolución del culpable es la condena del justo”: Publio Siro. 

La citada norma, tan absurda como mendaz, se presta para que los mismos operarios de Afinia, algunos, no todos, transen con los usuarios el robo de energía eléctrica, lo que refrenda el enunciado: “Leyes inútiles debilitan las necesarias”. 

En este caso corresponde legislar en torno a normas que le brinden a la empresa las herramientas jurídicas necesarias para castigar pecuniaria y carcelariamente a quienes desfalcan un servicio tan esencial como lo es el fluido eléctrico. ¡Sabroso así!, dijera el exgobernador del Cesar, Lucas Gnecco Cerchard, para significar el atajo más fácil de las cosas, aplicable con la injusticia de cobrarle a los usuarios honestos las pilatunas de los deshonestos. 

Y como es natural, las reacciones no se hacen esperar de quienes consideran que el generador es canadiense, el que transmite norteamericano, el distribuidor italiano y el comercializador la corrupción política, sin soslayar al expresidente Iván Duque cuando dijo: Cesó la horrible noche de Electricaribe, al cambiar de operador para la Costa Atlántica, pero no dijo que cambiaría de ladrón, análisis que corresponde al economista, Jesús Abad Oñate Gutiérrez. 

Otras voces precisan que para Afinia el fraude es un negocio porque lo cobran dos veces: por el componente tarifario (pérdidas) y por las visitas de inspección y cambio de medidor que terminan pagando la energía dejada de facturar, hasta los que ahorran energía que deben pagar el consumo que no consumieron, réplica Emey Galván.

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Miguel Aroca Yepez: