X

Pabellón de observación

Por: Jarol Ferreira Acosta

Nuevamente en la sala de urgencias de la clínica, somatizas todo el sufrimiento de tu papá. Con una mano escribes, con la otra lo sostienes. Un internista ve su estado, lo acomoda en el pabellón de observación y lo remite a siquiatría.  Gracias a sus divisiones de cortinas altas y hasta el piso, el espacio ofrece alguito de privacidad para la excitación sicomotora que posee a tu papá y poco o nada cede al midazolán.

A través de las cortinas del pabellón, como en un teatro de sombras, voces y siluetasnarran distintos dramas: como el deun niño riohachero al que la abuela trajo por fiebre y resultó anémico (la mamá salía a trabajar y se lo dejaba a una vecina). También está la historia  de un señor de Ocaña, que vino a una cita urológica y al sentarse en una silla de la sala de espera se fue de espalda; cuando despertó estaba en la sala de reanimación y de ahí lo pasaron alpabellón de observación.

El señor está preocupado por dar aviso a sus familiares pero la señal de celular es nula dentro de los cubículos, así que te ofreces a salir al corredor a dar noticias a la esposa y hermanos del señor, (gracias amiguito, te dice cada vez que le reportas con quién y qué has hablado). Te da risa que el protector de pantalla de su teléfono sea una foto de una modelo porno sueca exhibiendo su primer plano vaginal. El tipo resulta siendo un enfermero que luego de un accidente laboral terminó en una unidad de cuidados intensivos, cuarenta días. Tres veces lo dieron por muerto e incluso lo entraron a la morgue, donde permaneció hasta que lo descubrieron; él mismo vio su cuerpo acostado mientras levitaba su alma sin poder reingresar. 

Mientras llamas y esperas a que le asignen a tu papá una habitación para ser hospitalizados por siquiatría, casi por debajo de cuerdas porque la clínica lo tiene prohibido luego de que hace unos años un paciente esquizofrénico incendiara su habitación, al fondo del pasillo oyes los gritos histéricos de una madre que al ver que se su hija está por parir y no la atienden hace un escándaloporque la obstetra no llega o cuando llega la fila de pacientes es tan larga que la obstetra se demora.Entonces el niño de Riohacha llora, los niños de los otros cubículos lloran, tu papá se altera aún más y todo el pabellón de observación se vuelve una ópera atonal de alaridos y sollozos. En medio de esemelodramaestás tú, percibiendo el grotesco espectáculo de la naturaleza.

Categories: Columnista
Jarol_Ferreira: