La institución denominada Área Metropolitana la rige la ley 1625 del 2013. La de Valledupar está integrada por los municipios de este nombre, con sede en su capital, como ciudad central, y los municipios de Manaure, La Paz, San Diego y Agustín Codazzi.
Ignoro las razones que pudieron tener quienes adelantaron las tareas de conformación de tal Área, para no incluir al municipio de Pueblo Bello en ella, y no sé si la ciudadanía de este municipio estaría interesada o no en ese status, antes o ahora mismo.
Justificación. Se constituye con el objeto de lograr una integración complementaria de los recursos administrativos de los municipios participantes, también su producción económica en las actividades agropecuarias, industriales, comerciales y turísticas; la existencia de una clase dirigente competente.
El municipio de Pueblo Bello cumple a cabalidad con tales condiciones, y muy particularmente por cuanto hace a la producción agrícola, conforme a su variada topografía y climas, desde los cálidos, templados y fríos, incluidas las alturas de la Sierra Nevada, de cuyas estribaciones forma una buena parte su territorio.
Es notable su vocación turística, verdaderamente excepcional, actividad que de gran manera se está incrementando ahora en razón del fácil acceso que procura la moderna carretera asfaltada del zanjón a su capital. Y luego es un ideal pensar en llevarla hasta Nabusimake, población de hermosísimo enclave indígena. Y soñemos con cables eléctricos extendidos allí por doquier.
Notable es además, el número de instituciones de educación, primaria y secundaria, el bachillerato agrícola patrocinado por la Federación Nacional de Cafeteros. El conjunto de casas turísticas de imitación indígena muy bien administrado por Comfacesar, con la experta dirección del Dr. Ernesto Orozco Durán. Debo mencionar como recurso administrativo muy valioso las últimas alcaldías a cargo de Javier Landazábal, la anterior, y la presente, dirigida por el jóven dinámico emprendedor, ya notable líder, Juan Francisco Villazón Tafur.
Pueblo Bello es domicilio y residencia de magníficos núcleos familiares tradicionales, de indígenas arhuacos y koguis, y de los otros habitantes que no gozan de esta distinción, asentados allí desde finales del siglo XVI, población que ha venido aumentando considerablemente durante los últimos tiempos, precisamente atraída por sus posibilidades laborales agrícolas, por su clima benigno, y su maravillosa belleza.
Una clase dirigente notable. A la cabeza de la cual, estuvo el nombre ilustre y ya emblemático del Dr. Crispín Villazón de Armas, acunado allí desde niño. Campeón en propender, desde diversos encargos públicos, de las más altas significaciones, el desarrollo económico y social de la vasta zona de Pueblo Bello, particularmente en el sector de la caficultura, como directivo nacional de la Federación de Cafeteros. Con toda justicia los directivos de Comfacesar, el día de mañana inauguran con su nombre eximio un espléndido recinto de Convenciones.
El pasado 28 de diciembre, día de su cumpleaños, lo recordamos, con muy especial y sentido afecto, en su finca La Carolina, sus hijos, sus yernos y nueras, sus nietos, los primos hermanos Villazón Gutiérrez, su señora madre Imelda, con el recuerdo imborrable de Dámaso Villazón Baquero, con el de Edgardo Maya Villazón, hecho presente a través de un hermoso mensaje; el alcalde Villazón Tafur; Alfredo Mestre Orozco, Wilsom (icho) Villazón y el suscrito, con nuestras señoras.
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