Ciertamente decepcionante resultaron las medidas anunciadas luego del consejo de seguridad realizado en días pasados en Valledupar con el ministro de Defensa Nacional, Guillermo Botero, quien con sus anuncios llovió sobre lo mojado.
En el departamento del Cesar, y especialmente en su capital, necesitamos verdadera atención del Gobierno nacional, no “miniconsejos” de seguridad, como llamó el ministro al encuentro con las autoridades locales para analizar con especial cuidado el problema del contrabando de ganado.
Aunque el canciller Carlos Holmes Trujillo dijo la semana anterior que el Cesar era un departamento de importancia crítica para el presidente Iván Duque, las siguientes son las medidas anunciadas por el ministro Botero:
“Se dieron instrucciones precisas a la fuerza pública para prevenir, controlar y perseguir a las organizaciones criminales dedicadas al contrabando de ganado y el abigeato, a través de actividades de inteligencia y de investigaciones criminal”. ¿Acaso eso no es lo que hace a diario la Policía, del Ejército y la Fiscalía?
“Se realizarán los controles viales con la instalación de puestos articulados interinstitucionales y el desarrollo de operaciones de control territorial para atacar estos fenómenos delincuenciales”. Si este segundo punto no lo venían implementando los comandantes deberían renunciar a sus cargos, pero estamos seguros de que sí lo hacen. Entonces, consideramos que deberían los oficiales que dirigen las operaciones en el departamento plantear más alternativas para contrarrestar los problemas de seguridad del departamento.
“Se solicita a la ciudadanía denunciar estas actividades ilegales para que la fuerza pública y las autoridades judiciales puedan actuar de manera contundente contra estas expresiones criminales”. No hay nada nuevo en esa medida.
Sin embargo, durante unos segundos el ministro de Defensa dio una luz de esperanza al decir que se aumentaría el pie de fuerza con 300 policías, pero la apagó cuando precisó que ese refuerzo solo llegará una vez finalice la construcción de la Policía Metropolitana de Valledupar, proyecto que todavía está en el papel. Ese anuncio debió dejar fríos tanto al alcalde Augusto Ramírez, como al gobernador Francisco Ovalle, porque ellos saben que esa obra no tiene el impulso que ellos quieren y podría concluirse o apenas iniciarse después que ellos hayan cumplido su periodo de gobierno.
Esta es otra salida en falso del ministro de Defensa, el mismo que relacionó la protesta social con dineros ilícitos provenientes de mafias y grupos criminales. Botero en el poco tiempo que lleva en el cargo es más recordado por sus declaraciones desatinadas que por sus resultados.
Por otra parte, aprovechamos este espacio editorial para felicitar a la Policía Nacional que hoy cumple 127 años de servicio a los colombianos. Reconocemos y destacamos el arduo trabajo de los más de 180 mil hombres y mujeres que conforman la institución.