Por: Hernán Maestre Martínez
Valledupar, Ciudad Ecológica de Colombia. Recuperemos y conservemos las cuencas de los ríos Guatapurí y Cesar. Hagamos causa común para que el Embalse Los Besotes sea una realidad, es agua para la vida en Valledupar, La Paz y San Diego.
Teniendo en cuenta la relevante importancia que reviste el mensaje de la publicación que hiciera Corpocesar, hace algún tiempo en pequeños afiches haciendo alusión a un poema escrito por el doctor chileno Juan Grau, nos permitimos tomarlo como encabezamiento de este artículo con sentido pedagógico, el cual hace alusión al suelo.
“Soy la voz de tus campos silenciosos, sin grillos, ni cigarras, ni ranas, ni trinar, esos músicos campestres sucumbieran por la tala y de tanto fumigar tu pastizal.
Y ahora estoy empobrecido transformándome en desierto destructor, tú me usaste inadecuadamente, estoy abandonado y enfermo de erosión”.
La confianza es un recurso de gran importancia y muy apreciado en el ámbito de la reforestación y conservación de los ecosistemas ambientales, difícil de conseguir, fácil de perder y difícil de dar, más aún en estas épocas en las que muchos nos atrevemos a confiar en nuestros líderes o incluso, en nuestros vecinos…Es la hora de confiar en la entidad ambiental de la región…
Tomando como referencia las interacciones de la sociedad con la que compartimos actualmente y enfocados en el accionar de las comunidades, que por desconocimiento toman al bosque como un problema, un estorbo el cual no presenta productividad alguna, y que limita la expansión de la frontera agrícola y el aumento de las áreas de pastoreos además de muchas más actividades que se pueden llevar a cabo sobre ciertas zonas donde aún se mantienen los bosques.
Contrario al desafortunado concepto referenciado anteriormente, se ha descubierto gran cantidad de beneficios que la gente recibe de los bosques de manera natural o por medio de su manejo sostenible, ya sea a nivel local, regional o global; los cuales se denominan servicios ambientales, como la protección de cuencas hidrográficas, manteniendo con sus raíces y hojarasca condiciones apropiadas para una infiltración gradual de la lluvia en el suelo, lo que favorece la recarga de los acuíferos y el mantenimiento de los ríos y manantiales, así mismo impidiendo la formación de escorrentías superficiales en grandes volúmenes los cuales pueden ocasionar erosión del suelo y devastadoras inundaciones en las partes bajas de la cuenca (como se observa actualmente), regulación del ciclo hidrológico, mitigación de los efectos del cambio climático y conservación de la biodiversidad.