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Óscar Muñoz, un salto del Rio Guatapurí hasta el Rio Támesis

Por:  Gustavo Cotes Medina
Óscar Muñoz, de la tierra del vallenato y el deportista más joven de la delegación a Londres, se convirtió en el primer colombiano en ganar una medalla olímpica en taekwondo, fruto de su buena preparación técnica y mucha confianza. Además, se destacó por su tranquilidad y habilidad para combatir, con el complemento clave y oportuno de un buen profesional, su entrenador Álvaro Vidal Martínez.
Pasaron 24 años para que un costeño ganara una medalla en unos Juegos Olímpicos. La presea de bronce llenó de felicidad a los cesarenses, al municipio de El Difícil y a los colombianos. Óscar hizo un salto alto, desde el Río Guatapurí hasta el Río Támesis, sin complejos y con mucho optimismo. Con su gran capacidad atlética, todavía en proceso de formación, esperamos metas más altas en los Olímpicos de Río de Janeiro en agosto de 2016.
Óscar y sus padres, Pompilio  Muñoz y Nancy Oviedo, con el amor propio de su origen campesino, asumieron una actitud digna frente a la pobreza y hoy, a pesar de su humildad y en forma silenciosa, se convierten en un referente para la juventud de nuestro país. Óscar, potente y con mucha fortaleza  mental, apenas comienza y sabe que no es fácil llegar en un deporte donde la disciplina, el trabajo rudo y la confianza, son el común denominador para poder triunfar.
Además de los 56 millones de pesos que le entregará Coldeportes por haber sido medallista de bronce en estas olimpiadas, Óscar Muñoz recibirá el apoyo decidido de la Alcaldía de Valledupar y la Gobernación del  Cesar. Se trata de estimularlo y darle moral para los olímpicos de Brasil, al tiempo que se mejora su condición de vida. Óscar, no olvides que “el éxito se detiene cuando tú te paras”.
El Gobierno colombiano, con una inversión de 91.000 millones de pesos en la preparación de sus atletas, está entendiendo que la masificación del deporte es una magnifica estrategia contra la drogadicción, la inseguridad y la violencia. ¡Es necesario darle un giro de 180 grados a nuestras decisiones del ciclo olímpico. El deporte debe ser una política de Estado!
Nuestro país, con ocho medallas conseguidas, es una fuerza importante de Latinoamérica en los Juegos Olímpicos y está por encima de países como México, Argentina, Venezuela, Chile, Perú, Paraguay, Grecia, Suecia, Noruega, Portugal, Singapur, India, Egipto y Finlandia, entre otros. En el tablero general Colombia ocupó el puesto 38, considerando solo los 79 países que lograron medallas, sin olvidar que fueron 204 las naciones que participaron en Londres.
Como en todos los campos, Colombia necesita con urgencia una política descentralizada para aprovechar, como debe ser, las potencialidades regionales en las distintas especialidades deportivas. ¡Es un imperativo redireccionar el deporte nacional con hechos concretos!
¡Todos los triunfos de Colombia en los Olímpicos han sido siempre individuales, lo que pone en evidencia nuestra debilidad en las competencias por equipos. Eso es algo que tenemos que cambiar, porque los éxitos de un país deben ser el producto del esfuerzo colectivo!
Jamaica en atletismo y los departamentos de Antioquia y del Valle del Cauca, nos dan el ejemplo y señalan el camino. ¡La Región Caribe sigue en deuda. Solo nueve costeños hicieron parte de la delegación colombiana a Londres, donde asistieron 58 mujeres y 46 hombres!
Se apagó el fuego de la Olimpiada número 30 con gran éxito organizativo,  un cierre ordenado y con mucho estilo. Estados Unidos recuperó el cetro de los juegos y Londres le puso a Río de Janeiro un listón muy alto difícil de superar. Pero, estamos convencidos que Brasil, el Coloso de Suramérica, realizará el mundial de fútbol de 2014 y la Olimpiada número 31 de 2016, con el mayor de los éxitos.
Sin embargo, es indudable que Brasil debe mejorar mucho en el campo deportivo. En el cuadro de medallería ocupó el puesto 22 y perdió la final de fútbol con México. Un balance muy discreto para un país con ese doble compromiso. Londres, llena de historia por todos los lados, hizo bien la tarea y se convirtió durante 17 días en un mundo sin naciones.
Óscar, recuerda que “la única batalla que se pierde es la que se abandona. No busques amigos perfectos, busca amigos verdaderos”.
gustavocotesm@hotmail.com

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