En este artículo hago una analogía en la que compararé la crisis con una nube muy cargada que tiende a ocultar el espacio aéreo, sin que sea visible el hermoso cielo y las estrellas que adornan el firmamento.
Ese clima tan incómodo por los desastres invernales que causa, nos introduce en un pensamiento frustrante y desesperanzador, algunos con sus casas inundadas y otros más extremos duermen sobre los techos.
La idea y genialidad en el problemaes: ¿Qué hacer con tanta agua que nos quiere aniquilar? y, que en otros momentos de sequía prolongada nos expone al mismo padecimiento.
El genio que se nos revela (la idea) sugiere que en las zonas donde se presentan inundaciones es necesario crear sistemas de almacenamiento de agua de grandes embalses aprovechando la riqueza natural que se pierde causando estragos a las comunidades, lo que se puede aprovechar con un acueducto de gran capacidad de cobertura o una generadora eléctrica, ambos proyectos que impacten económicamente de manera positiva a todos en la comunidad.
En este momento muchas personas del sector fitness han tenido oculto el cielo azul por un temporal nublado (crisis covid-19) que no deja ver las estrellas del firmamento (idea), esto plantea un escenario en que estamos en el mejor momento para lograr lo que en condiciones “normales” no se había conseguido, como lo son las grandes rentabilidades.
La unidad es el primer paso para la resiliencia, replantear unos negocios que solo dejan cansancio y agotamiento antes que generar riqueza, ese es el gran reto. La crisis empresarial que vivió Colombia y el mundo a principios del 2000, la pudieron superar quienes hicieron economías de escalas con las fusiones y adsorciones empresariales como fue el caso de Bavaria y Avianca.
En un sector fitness donde no hay una cultura de desarrollo empresarial es muy complicado que se puedan generar ciertas habilidades estratégicas, pero solo la disposición de quienes puedan entender la dinámica de los costos con una cultura de asociación se podrán embarcar en el cambio del gana y gana.
Un mercado imperfecto no es muy halagador para la rentabilidad empresarial, la tarea es corregir el mercado con fusiones y lineamientos donde los actores, sin monopolizar tarifas, corrijan las distorsiones creadas por las grades superficies y la saturación del mercado; es allí donde podemos mencionar el dicho en el que, “es mejor ser cabeza de ratón que cola de León”, reducir los competidores y fusionarse en grandes plataformas es una variable que beneficia la rentabilidad y el riesgo de informalidad en la que hoy se mueve este sector.
Un Mercado, donde el volumen es parte de la estructura de costo no es viable económicamente para superficies menores a 300 m2. Existe una demanda inferior a la oferta que dispara la tarifa hacia abajo, reducir la oferta sin que haya una mortalidad empresarial con fusiones que fortalezcan unas grandes y poderosa marcas, será la posible solución a un mercado que tarde o temprano se ajustará por su propia dinámica, dejando un panorama muy aterrador en quienes no pudieron reaccionar.