Es una oportunidad la que se nos presenta en el bienio 2021-2022 con el gran anticipo de las regalías del Ocad Paz que, aunque previendo la caída de los precios de hidrocarburos y de la minería, alcanzará el orden de $ 4.5 billones.
La sub-región Sierra Nevada- Perijá entre proyectos aprobados y viabilizados ha logrado en estos dos años del gobierno Duque $565.000 millones, casi el 25 % del total nacional, cuando somos apenas 15 de los 170 municipios Pdet.
Se tienen listos, según nos ha informado la diligente coordinadora Elvia Mejía, que para los municipios Pdet de los 3 departamentos de Cesar, Guajira y Magdalena ya se tienen estructurados para ser viabilizados proyectos por $250 mil millones más, para completar $800 mil millones.
Deberíamos proponernos, con el empuje y liderazgo de las gobernaciones y sus oficinas de planeación y secretarías sectoriales, llegar en el bienio a estructurar y aprobar proyectos en el Ocad de un billón adicionales para de ese modo producir un efecto apreciable en los territorios. Eso podría representar encada municipio una inversión -contando los mencionados $250 mil millones- de $70.000 millones. Eso no es milimétrico, apenas una aproximación de promedio pues algunos usufructuarán una suma mayor por su capacidad, población, necesidades y las iniciativas que las comunidades identificaron en la discusión de los planes Pdet, y otros menor.
En el Cesar esos dineros podrán complementarse ya que algunos de los municipios cuentan con regalías directas por la explotación del carbón y la Gobernación mayores recursos de ‘asignación directa del productor’ que se le han duplicado en virtud de la nueva ley. Es decir, si se trabaja coordinada y disciplinadamente entre el departamento y los municipios, el impacto será grande.
En consecuencia hacemos el llamado al gobernador y a su equipo para que no ahorre esfuerzos, en conjunto con la participación ciudadana beneficiada, en estructurar los proyectos con rapidez sin sacrificar la calidad y gestionarlos ante el OcadPaz. Y cofinanciar con recursos propios o de otra fuente de regalías cuando sea necesario.
Debe moverse también, para que el territorio departamental sea receptor del programa de Obras por Impuestos, que se nutre del impuesto de renta que los contribuyentes deben pagar al fisco nacional. Recientemente conocimos la inauguración que Prodeco hizo, bajo la modalidad, de vías veredales pavimentadas en placa huella en zonas rurales de La Jagua. Y la empresa de Energía de Bogotá contrató $8 mil millones para el acueducto de La Paz.
Lo visto es que esos programas y proyectos están funcionando, recursos del Ocad Paz financian la construcción de carreteras como las de la cabecera de Manaure a Sabana Rubia, y en época de pandemia han aprobado acueductos de corregimientos como los de Casacará de Codazzi y Patillal de Valledupar. Por otro canal de regalías, las departamentales, se ha financiado la optimización del anhelado acueducto de Astrea. También el Ocad Paz aprobó innovadores proyectos de energía solar en veredas de Becerril, Codazzi y Valledupar.