A raíz de los escándalos que a menudo pasan no solo en Colombia, sino en cualquier país del globo terráqueo, traigo a colación varios ejemplos de que esto es tan antiguo desde que aparecieron los seres humanos; mejor dicho, siempre ha sido lo mismo, como el cuento del ‘Gallo capón’ que no tiene fin. Sobre el cual, el Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, escribió un minicuento.
Sobre el relato bíblico de la génesis del universo, que Dios de la nada creó el universo y durante cinco días lo organizó. En el sexto día de la tierra hizo al primer hombre y lo llamó Adán, el único ser hecho a la imagen y semejanza del supremo creador, destinado a dominar el resto de lo creado. El séptimo día descansó. Después, de la costilla de Adán hizo a la primera mujer llamada Eva, y ella, según el entendimiento de mucha gente, convenció a Adán para que desobedeciera a Dios. Por esto los expulsó del paraíso donde los puso a vivir. Es decir, la mujer es el origen del pecado y el mal del mundo.
En la antigua Grecia, 350 años antes de Cristo, el filósofo Aristóteles, en sus escritos sobre política, advirtió: que los políticos no deberían tener familia.
El prominente político inglés, Winston Churchill, dijo: “El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las nuevas generaciones y no en las próximas elecciones”.
Octavio Paz, excelso poeta mexicano, Premio Nobel de Literatura en 1990, dijo: “Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo…del miedo al cambio”.
Manuel Fraga Iribarne, político y profesor español, dijo: “La política es el arte de lo posible; para lograrlo hay que intentar muchas veces lo imposible”.
José Mujica, expresidente de Uruguay, dijo: “Hay gente que adora la plata y se mete a la política, si adora tanto la plata, que se meta en el comercio, en la industria, que haga lo que quiera, no es pecado, pero, la política es para servir a la gente”. También dijo: “El odio termina estupidizando porque nos hace perder objetividad ante las cosas, el odio es ciego como el amor, pero el amor es creador, y el odio nos destruye”.
Baltazar Gracián, clérigo jesuita español, dijo:” Nunca hagas nada cuando estés de mal humor, porque harás todo mal”. Además, dijo: “Puedes estar obligado a hacer la guerra, pero no a usar flechas envenenadas. “El tonto más grande es el que piensa que no es uno y todos los demás lo son”. “El silencio es el santuario de la prudencia”.
Darío Echandía Olaya, difunto expresidente de nuestro país, dijo: “Colombia es un país de cafres”.
Alguien dijo, no recuerdo quien, palabras más palabras menos: “Los que no están conforme con el dinero obtenido honradamente se meten a la política”. “El poder no cambia a las personas, sólo revela quiénes verdaderamente son”. “Errar es humano, pero más lo es culpar de ello a otros”.
Hay muchas más frases de personajes célebres y también aforismos; no obstante, considero que son suficientes los expuestos con el propósito de que los lectores se apacigüen y no se asusten por el actual entresijo producido por las declaraciones de la exnovia de Nicolás Petro (así se les dice ahora a todas las relaciones conyugales). La investigación de las autoridades apenas está empezando, nadie sabe cuándo terminará, en este lapso la calma llega o aparece otro escándalo.
PD: mis efusivas felicitaciones para el artista, Jacobo Solano Cerchiario, columnista de este periódico por su exhibición pictórica de ‘Pop art’ en Italia. Su muestra de 15 obras en diferentes formatos y técnicas estará por 25 días en el palacio MAD de Mantova, capital de la cultura italiana. Su exposición es un llamado de proteccionismo, del cambio climático. Además, es una invitación a la gente extranjera para que conozcan la diversidad climática, étnica y cultural colombiana.
Por José Romero Churio