Mientras que algunos habitantes tuvieron una percepción positiva con la puesta en marcha de esta actividad, realizada el fin de semana, en el circuito callejero parque Jorge Eliécer Gaitán, afirmando que ‘hubo un óptimo despliegue logístico y un buen espectáculo deportivo’ sumado al pequeño comercio alrededor del evento, otras personas señalan que fueron ‘días de intranquilidad, contaminación auditiva y que se deberían disponer de sitios más apropiados para su realización’.
En total, fueron más de 130 motociclistas participantes, de los departamentos del Cesar, Santander, Norte de Santander, Atlántico, Magdalena y La Guajira; además, se entregaron más de 14 millones en premios, según la Liga de Motociclismo del Cesar, Limotocesar.
Desde la presidencia de la Liga, también se apuntaron las gestiones previas y las medidas de seguridad que se establecen para estos espacios competitivos que se llevan a cabo cada dos meses, en promedio, en distintas localidades del departamento.
“Eso depende mucho de la disposición de las alcaldías de cada municipio en apoyar los eventos que son organizados por la Liga. Nosotros buscamos patrocinadores con alcaldías y negocios, y ahí se recogen dineros. Se busca apoyo de la Policía y se socializa con la comunidad, con la Junta de Acción Comunal. El día de la carrera, se utilizan vallas de contención, llantas y distintas clases de materiales absorbentes para seguridad tanto de competidores como de asistentes. También hay ambulancias y paramédicos”, sostuvo la vocería de la Liga.
Voces líderes del barrio Jorge Eliécer Gaitán, consideran que, ‘si bien no hubo socialización previa’, los organizadores argumentan el cumplimiento de un protocolo que garantizó la seguridad del evento y la limpieza, posterior al mismo; los asistentes, en términos generales, contribuyeron a su normal desarrollo.
“Ellos vinieron y dijeron que eso ya venía patrocinado por parte de la Alcaldía y de la Gobernación. No socializaron esa actividad. Sin embargo, afirmaron que traían plan de contingencia y tenían los permisos necesarios, que dejarían el parque en las mismas condiciones en que lo encontraron, y así fue. Además, el comportamiento de la comunidad fue bueno. Los organizadores retiraron las vallas e hicieron las respectivas labores de limpieza. La única queja de algunos vecinos fue por el ruido, inevitablemente ligado al evento. Son espectáculos que uno necesita”, afirmó Sandra Calderón, lideresa comunitaria.
UN LLAMADO A LA ENTIDAD TERRITORIAL
Desde otros sectores, hubo desacuerdos y se hizo un llamado a escoger sitios distintos donde realizar futuras competiciones.
“Esto es un llamando a la Alcaldía. El evento que se presenta en el barrio Jorge Eliécer Gaitán, me ha generado inconformidad. He tenido que ver cómo destruyen nuestra arborización, cómo ensucian nuestros espacios y consumen droga. Para esto, deben tener lugares apropiados y no invadir nuestros hogares con personas extrañas, consumidores, vendedores callejeros y demás”, sostuvo una habitante.