El barrio Once de Noviembre, ubicado en la margen derecha de río Guatapurí de Valledupar, nació hace 36 años cuando un grupo de personas invadió el sector. Entre ellas Rosmery Borrego Roa que hoy es la presidente de la Junta de Acción Comunal del sector.
La mujer contó que cuando comenzaron la invasión, este sector era monte y cuando el río se crecía, el agua les llegaba a la cintura. Así poco a poco lo fueron limpiando y construyendo cambuches de cartón y bolsas de plástico.
“Aquí nosotros no teníamos casa, por eso invadimos y hemos ido progresando y nosotros mismos hemos hecho el barrio. Ya contamos con el servicio de energía y agua”, expresó Rosmery.
Sin embargo, el barrio con sus calles empedradas está sumido en el olvido. Por sus calles corre el agua y sus moradores hoy tienen un nuevo peligro. Los postes que sostienen los cables de energía eléctrica están a punto de caer.
Algunos de ellos aún son de madera y otros de concreto están deteriorados, incluso se han improvisado en los arboles del sector para sujetar los cables de alta tensión. “La principal necesidad son los postes de energía que están a punto de caer. Necesitamos que los cambien, yo estoy en la lucha desde hace varios meses pero las autoridades no me han prestado atención. Siempre me dicen que si nos van a ayudar pero me ponen de un lado a otro con engaños. Ya yo estoy cansada de lo mismo”, indicó la Presidente de la Junta de Acción Comunal.
Asegura que el temor de los habitantes es por los menores que a diario recorren las calles del barrio, porque una fuerte brisa puede tumbar un poste de esos y poner en riesgo la vida de un niño. Si esto sucede además, el barrio se quedaría sin el servicio de energía eléctrica.
Lo mismo sucede en Nueva Colombia, un sector cercano al Once de Noviembre, donde la comunidad reclama mayor atención.
“El decir de ellos es que nos reubicaron pero aquí no nos han reubicado, se han llevado unas cuantas familias y no han venido más. Y nosotros que tenemos más tiempo de estar aquí no nos dicen nada”, expresó Rosmerys Borrego.
Sumado a esto los habitantes reclaman alumbrado público, porque las lámparas que están en el barrio están dañadas y “de noche esto parece una cueva. Los niños no pueden jugar y la única luz que se ve es la de las casas, lo que se convierte en un peligro”, expresó la Presidente de la Junta.
En los barrios Once de Noviembre y Nueva Colombia piden a las autoridades cambiar los postes de energía eléctrica que se encuentran en completo deterioro, lo que se convierte en un peligro para la comunidad, porque en cualquier momento pueden caer.
Andreina Bandera / EL PILÓN
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