“En un pueblo cerquita al Valle, nació un muchacho con una estrella con el prodigio de una voz muy bella que lo ha hecho ser importante, él aspiraba ser cantante, en todas partes parrandeaba, me refiero es a Jorge Oñate, hombre grande y de garganta afortunada”.
El aparte transcrito corresponde a la canción ‘El jilguero’ (1987) de la autoría de Emilianito Zuleta, la hemos recordado por el tema que nos ocupa.
No pudo ser más oportuno y esperanzador el anuncio que en rueda de prensa hicieron ‘El Jilguero de América’ Jorge Oñate y Alvarito López, informando sobre su reencuentro, unión que consideramos perfecta porque esa voz no es desconocida para el acordeón que lo acompañará, por el contrario trae a nuestra mente una de las etapas musicales más brillantes de la extensa discografía del rejuvenecido cantante.
Alvarito no llega a aprender ni a conocer a su compañero de fórmula, y se puede decir ahora de ellos como dijo a su vez Diomedes cuando grabó su primer CD en su compañía: “se encontró la tapa de la cajeta”. No hay que olvidar el exitoso recorrido musical que hicieron juntos desde el año 1986 hasta 1996, dejando como testimonio de ello, sus trabajos discográficos para la CBS, después Sony Music, entre ellos recuerdo el primero en 1986 que no tuvo título pero que incluyo éxitos como ‘Irene’ de Calixto y ‘Como pudo terminar’ de Gustavo Gutiérrez, en 1987; ‘El Jilguero’ en 1988, ‘El folclor se viste de gala”; en 1989 ‘Palabras de amor’; en 1990, “El más fuerte”; en 1991, “Mi mejor momento”; 1992 “Bailando así”, y dos más, tenemos entonces muchas razones para el optimismo, son ellos dos baluartes de nuestro folclor que han brillado con luz propia juntos y cada uno por su lado; Jorge con otros acordeoneros y Alvarito con Diomedes, por eso no me sorprendió ninguno de sus tres batatazos al lado del hijo de la vieja Elvira.
Lo que se hereda no se hurta y menos musicalmente no se podía esperar menos de Alvarito, siendo hijo de su papá Miguel “El bigote que toca”, quien es el alumno más aventajado de Luis Enrique Martínez, como lo demostró en las grabaciones que hizo, primero con Jorge Oñate de cuya unión quedaron los LP ‘Lo último en vallenatos’ en 1970, ‘Diosa divina’ en 1971, ‘El jardincito’ y ‘Reyes vallenatos’ en 1972, ‘Las bodas de plata’ y ‘El cantor de Fonseca’ en 1973, ‘Fuera de concurso’ y ‘Rosa jardinera’ en 1974 y su última producción discográfica ‘Canto a mi tierra’ en 1975, fue aquella época cuando ‘Poncho’ y Oñate se dieron el lujo de grabar tres discos cada uno en un año entre el mes de octubre de 1974 y el mes de diciembre de 1975; posteriormente Miguel con Pablito en la caja grabó con Fredy Peralta dos LP en el año 1976 y después con Gustavo Bula hizo dos trabajos, uno en el año 1977 y el otro en 1978, esto sin contar con otras producciones musicales especiales posteriores a la disolución de su agrupación de ‘Los Hermanos López’, como aquella que conocimos al lado de Pedro García y otra con Estela Durán Escalona y más recientemente la que hizo con Fredy Andrade más para coleccionistas que para competir y sin bajar una línea.
La expectativa que hay es grande, tienen Oñate y López la gran responsabilidad de mantener incólume y continuar en alta gama la excelente calidad interpretativa que ha mantenido Jorge en sus últimos seis trabajos discográficos con ‘El Cocha’, con Julián Rojas, con Cristian Camilo y finalmente con Fernando Rangel.
@Nene_AcostaM