X

Omar Geles Suárez, veinte vidas más

Un desprevenido y adolorido seguidor del gran Omar Geles Suárez, después de su intempestiva partida, se detuvo a pintar en el lienzo de la vida unas sentidas palabras que le dirigió hasta el cielo.

Y se comienzan a narrar historias desde la historia de cada una de sus canciones, Omar fue un exquisito poeta, y comienza como un grande, a ser inmortal, a partir del mismo momento en que a través de ese último suspiro como mortal, se ubica en la galería exclusiva que seres como él, tienen en la historia y en el corazón de sus seguidores.

“Que vaina tan difícil será vivir sin ti, a partir de hoy nos tocará andar los caminos de la vida a blanco y negro; de esos momentos lindos que tus canciones y tu sonrisa nos regaló, queda una hoja en blanco y sin duda que vamos a necesitar veinte vidas más para asimilar que ya no estás.

No intentes pensar, después de tantos años, que no tendremos espacios para soñar contigo, sabes que te pinto en mis sueños como ese ángel negro de sonrisa pura que siempre fue el complemento de mi vida, contigo no habrá sueños de olvido.

A tu lado todo era diferente, por eso te pido que nunca dudes de mí y ten por seguro que no te olvidaremos. ¡Vivirás por siempre!
‘Sin ti no hay cielo’, es lo que se siente cuando ante el dolor se dice: no voy a llorar, y trata uno de ser el fuerte, sin embargo, te pido Dios, no me dejes morir de dolor y de ausencia.
Y me pregunto: ¿cómo le pago a mi Dios?, el habernos brindado tu vida y permitirnos disfrutar de tu humildad y simpatía, y aunque ya no estés aquí, siempre te daré lo que soy.

Sigue la incertidumbre, ¿qué hago si te pierdo? Pues sin ti no hay cielo y lo que quiero eres tú; en tu partida me dejaste sin nada. Del jardín del amor tomo ‘Cuatro rosas’ para dejar en tu tumba, solo espero que Dios nos ratifique que eres el amor más grande del planeta.

Gracias Omar, sabes que un besito es muy poquito para exaltar tu memoria, pueda ser que no me extrañes, pues el dolor sería más grande… hoy, tal como ayer y siempre, ahora que estás en los brazos de Dios, no olvides que nací para adorarte.
¿Dónde está? Se pregunta la vieja Hilda, y no estás aquí, para amainar su dolor, no encuentra sosiego y suplica al cielo que no sea este momento el final del amor.
Por eso te pido, escúchame, que nunca falte esa serenata a mamá, la de siempre, la que exaltabas eternamente como ‘mi madrecita bella’ pues quien quiere, quien puede, ese sentir, tu sentir, anidaba más en el corazón ese amor de hijo y de madre, siempre dulce tu consigna; ella sabe que en ti tendrá a su hijazo y contigo desde el cielo seguirán un viejo amor que ni la distancia podrá apagar.

Cuídala Dios, le pido todo por ti. Esas son las cosas del amor; solo quiéreme, dicen tus seguidores y busca un confidente para que sigas componiendo y no se apague tu musa”.
Hoy, con lágrimas en mis ojos, escribo esta nota y recuerdo esos abrazos que desde niños nos dimos… ¡Grande Omar!
Nos acostumbró el poeta/ a sus canciones bonitas/ profundas muy exquisitas/ ser romántico su meta/.
Inmenso como el planeta/ queda en el alma la pena/ si fue sombría la escena/ que intensificó el dolor/ del corazón el clamor/ si a tu ausencia Dios condena.

Omar Geles Suárez, el juglar moderno para la posteridad… eterno. Sólo Eso

Por Eduardo Santos Ortega Vergara

Categories: Columnista
Eduardo Santos Ortega Vergara: