Tenía para esta semana varios temas listos y no había decidido sobre cuál escribiría mi columna, ocurrió lo inesperado, lo que jamás me había cruzado por la mente, que me tocaría escribir y hacerle un homenaje póstumo al único artista famoso con el que compartí parte de mi niñez y adolescencia. A quien llegué a considerar mi hermano y a su mamá como mi otra mamá, Omar Antonio Geles Suárez.
Ya se ha escrito tanto sobre sus ejecutorias como acordeonero, como cantautor y como artista en general, y no hay músico de este país que no reconozca que Omar Geles fue un grande entre los grandes y que su legado musical será imborrable en la cultura del Caribe colombiano y más concretamente en la música vallenata.
De su exitosa vida musical lo único que quiero decir aquí es que cuando lo conocí era un niño prodigio, pero solo en el acordeón, recuerdo que no era aventajado en cantar y mucho menos en hacer un verso. Todos sabíamos de antemano que Omar sería rey vallenato y lo fue desde la categoría infantil hasta la profesional. Lo que a nadie de los que fuimos cercanos en esa etapa de su vida se nos ocurrió, es que Omar Geles el compositor opacaría a Omar Geles el acordeonero; la historia y el tiempo se encargaron de concretarlo.
Personas como Omar Geles la humanidad necesita que nazcan muchas y vivan para dar ejemplo. Son muy pocos los artistas famosos que pueden mostrar una vida personal y familiar digna de imitar, que la sociedad que los rodea y que los aplaude vea en ellos un ser humano que no solo le indica cómo llegar lejos, sino también cómo se llega lejos no solo para beneficio personal sino el de sus seres queridos más cercanos.
Son muchas las familias vallenatas y colombianas que vieron y sintieron como Omar Geles se dedicó toda su vida a mostrarle al mundo que su mamá era la persona que más merecía de su dedicación y de su cariño, él la llevaba a sus conciertos, la subía a las tarimas, la besaba y “pechichaba” como a nadie, le compuso varias canciones, una de ellas tiene un gran reconocimiento en la música colombiana y del continente, Omar Geles será históricamente en la cultura vallenata el referente de lo que debe ser un hijo modelo.
Me atrevo a afirmar en estas líneas que una de las madres más populares y reconocidas en Colombia es la señora Hilda Suárez, así quiso su hijo Omar que ella se sintiera y lo logró, porque él sabía que eso a ella la hacía feliz.
Pero Omar Geles será en la historia de la música también reconocido como el Cacique de una tribu que siempre protegió y empujó hacia el éxito y que él siendo uno de los hijos menores de “La Vieja Hilda” asumió el liderato y llevo a su familia a ser un ejemplo de superación y de ascenso más rápido por la escalera social.
Claro que Omar Geles como ser humano también cometió errores y no fue perfecto, como es lógico, pero pesan mucho más sus cualidades de hombre bondadoso, humilde, sencillo y solidario, no solo con su familia sino con todo el que se le cruzara en el camino. Omar será recordado como un artista que dio buen ejemplo a la sociedad.
COLOFÓN: Bienvenido y más que merecido el homenaje póstumo que fue anunciado y se le hará en la versión 58 del Festival de la Leyenda Vallenata a Omar Geles Suárez. Paz en su tumba.
Por: Jorge Nain Ruiz