El acordeonero y compositor vallenato Omar Geles está en el ojo del huracán, porque entró a reclamar por su música, la que le ha dado todo, es su pasión; porque quiéranlo o no está en primer lugar con sus canciones del “pra pra” y sus vallenatos que inmortalizó con el inolvidable Miguel Morales y con su propia voz.
Hoy presento la segunda parte de esta columna de opinión sobre el controvertido Omar Geles, el cantautor del momento quien desde niño lloró cuando se rebeló en su casa porque a su hermano ‘Juancho’ le compraron un acordeón y a él un tambor. A los días se adueñó del acordeón, para convertirse en el más completo ejecutor y compositor del folclor. En este momento tiene 93 canciones inéditas en su computador.
Fue rey vallenato infantil y aficionado, rey de reyes aficionado y rey profesional. Creó un conjunto que le dio la vuelta al mundo con su compadre Miguel Morales y ahí tiene un repertorio que es base de todas las emisoras que ponen vallenatos en el mundo.
Por estos días su nombre está de boca en boca por los medios de comunicación, en donde –afirma- tiene sus amigos y sus detractores también.
Todo se da porque hizo pública en una de sus canciones una autocrítica que extendió para sus colegas en cuanto a que estaban componiendo canciones superficiales y llenas de impetuosidades que no tienen nada que ver con el vallenato vallenato.
Se reconoce que Omar Geles es un innovador en la música. Fue el primero que fusionó el vallenato cuando hizo la canción ‘Chao amor’, éxito mundial. “Yo entiendo que la música es como en los países que no debería haber fronteras. La música es una sola y fusionarla es algo hermosísimo, que más bien debieran aplaudirla”, les dijo a mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan.
Se refiere a su más reciente canción: “Lo que yo quiero decir con ‘La Crítica’ es que a mí me da igual todo lo que me critiquen, porque no me afecta, porque siempre tengo ganas de hacer cosas nuevas en la música y con seguridad también tengo la capacidad innata de hacer una canción vallenata vallenata”, alega.
“Yo creo que estoy haciendo –con mucho respeto- algo como lo hizo el gran maestro de maestros Calixto Ochoa quien se atrevía hacer una canción romántica y de pronto salía con ‘El Calabacito’, ‘Los sabanales’ o ‘Chispitas de oro.
Un día Omar compuso ‘La aplanadora’ y después sale con ‘El amor más grande del planeta’. También compuso la canción: ‘Cuando te apareces’:
“Te apareces y Pra! Me vuelvo a tragar
me vuelvo a enamorar, solo te falta llamar
para ponerme a loquiar, para ponerme a temblar
te apareces y Pra! Pra! Pra”!
Es el Calixto Ochoa del momento. Tiene un record desde 1986, con éxitos cada año. Con Silvestre puso de moda: ‘Me gusta, me gusta’:
“Y me fascina comerte a besitos,
hacerte detalles que me salen del alma,
hacerte cosquillas cuando estas en la cama,
y gritar que te amo”.
También Silvestre le grabó ‘A blanco y negro’ y Jorge Celedón revolucionó al mundo con ‘Cuatro Rosas’.
“Cuando doy una canción y no me la graban me pongo triste, porque afecta mi pasión. Ahora pasa que estoy cobrando por mis canciones y hay músicos que no me graban seguramente porque no tienen presupuesto y probablemente voy a empezar a fallar en algunos CD porque no pagan el dinero que cobro por mis canciones”, concluyó. Hasta la próxima semana.
Por Aquilino Cotes Zuleta
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