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Ojo con Santo Ecce Homo

No hay que echar en saco roto el llamado que hizo ayer el Obispo de Valledupar, Monseñor Oscar Vélez Isaza, a las autoridades locales para que se termine el mirador del Santo Ecce Homo de Valledupar, ubicado en el cerro de Las Antenas, en la vía Valledupar-Río Seco, donde se comenzó esta obra en el año 2008 durante la administración del alcalde Ciro Pupo. Sin embargo, pasaron los mandatos de Rubén Carvajal, Luis Fabián Fernández y ahora Fredys Socarrás y la obra sigue ‘atrancada’ por un concepto técnico –negativo- de Corpocesar y esperando un fallo definitivo del Ministerio de Medio Ambiente.

Como lo dijo el columnista de esta Casa Editorial, José Atuesta, en un artículo publicado en abril del 2012 “…Ahora tenemos la esperanza de que el alcalde Fredys Socarrás Reales, que es católico y nazareno, ponga toda su voluntad y decisión de trabajo, para terminar esta obra que Valledupar y el Ecce Homo se merecen”.

También hay que recordar que el Mirador es una obra que se inició en febrero de 2008, con la escultura de Santo Ecce Homo que mide 35 metros de altura, la cual fue diseñada por el maestro colombiano Héctor Lombana, y el compromiso del constructor era entregar la obra en diciembre del mismo año, pero la suspensión por parte de Corpocesar, aduciendo que este mirador estaba una zona de reserva forestal, generó una polémica, que hoy casi cinco años después no se ha aclarado, pues el alcalde de la época dijo en ese momento que “la reserva forestal comienza en la glorieta de la Pilonera, no en el río Guatapurí” e invitó a inventariar cuántas construcciones había en los alrededores, e incluso dejo entrever que existía algún obstáculo con el Municipio, porque era al único que le negaban el permiso. Hoy se nota un crecimiento en esa misma zona, incluso muy cerca están las instalaciones del Batallón de Ingenieros del Ejército Nacional, o acaso esto no es zona de reserva?

También ha quedado en el ambiente que en las siguientes administraciones a Pupo Castro, hubo falta de gestión porque no existían similitudes religiosas por parte de los mandatarios, cuando por el contrario las alcaldías deben tener un pluralismo religioso y no un enfoque direccionado, tal como lo regula Constitución Nacional, que no solo debe regir a las personas sino a las instituciones. Artículo 19 de la carta magna: “Se garantiza la libertad de cultos. Toda persona tiene derecho a profesar libremente su religión y a difundirla en forma individual o colectiva”.

Lo último que se ha sabido de esta obra, que ya es llamada “elefante blanco”, es que desde Bogotá llegó en el mes de febrero una delegación del Directorio Nacional de Reserva Forestal para conocer la situación del Mirador de Santo Ecce Homo. Aunque estas conclusiones o por lo menos el concepto de esta Comisión no se ha conocido, ha trascendido que dicha obra empezó a ejecutarse sin licencia ambiental, hecho que podría ponerle punto final al monumento. La Oficina de Planeación de Valledupar radicó en el Ministerio de Medio Ambiente una solicitud para que revisara la zona donde está la obra, con el fin de que se destrabe el nudo. Ahora pueden ocurrir dos cosas: que los estudios certifiquen que la obra no tiene ningún inconveniente y la terminen lo más pronto, o que tiene objeciones y este Mirador a Santo Ecce Homo acabe en detrimento patrimonial.

 

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