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Ofrenda por la vida de Ena Susana

Cuando una persona disfruta las bienaventuranzas que Dios le ha concedido, el atardecer de los años toca la mocedad de su piel, pero la belleza del espíritu sigue rozagante, fuerte en la fe y eternamente agradecido. Tomando como referente el precepto cristiano de que en la pirámide del tiempo hay que elegir los espacios para ofrendar la vida, los hijos de Ena Susana Socarras de Morelli, invitaron a familiares y amigos a una misa concelebrada en el seminario Juan Pablo Segundo para dar gracias al Señor por los ochenta años de su querida madre.

Ena Susana Socarras de Morelli, mujer generosa de raigambre vallenata; en la juventud deslumbraba con su elegancia, heredada de su madre, Antonia Hernández Villero, y a sus pies quedó rendido el joven de descendencia paterna italiana y madre patillera, Carmelo Morelli Corzo.

La liturgia del amor los une en el sagrado juramento de amarse más allá de la muerte, y guardan en sus memorias un jardín, para alegrar los méritos justos de las semillas y en sus esplendores hay bendiciones, música y querubines. Dios los premia con ocho hijos, hoy reconocidos profesionales: Luzmila, bacterióloga; Armando, arquitecto; Jesualdo, médico y presidente de Valledupar futbol Club, Martin, abogado, Javier, administrador de empresa; María Inés y Sara licenciadas en educación y Yael, periodista.

Ena Susana es una líder familiar, que ha formado a sus hijos con ejemplo de sencillez, honradez y vocación católica. Tantas son las virtudes de esta madre bondadosa, que resaltan a la vista sus afectos y la solidaridad. Su mano extendida para ofrecer apoyo y su palabra sabía para llenar de fortaleza en los momentos tristes.

En la ceremonia religiosa, Ena Susana estaba pletórica de felicidad; sublime instante en que el corazón se vuelve inmenso como el mar para albergar tantas bendiciones, tantas alegrías y manifestaciones de cariño de familiares y amigos. Monseñor Oscar José Vélez Isaza ofició la misa concelebrada e hizo entrega de un pergamino firmado por El Papa Francisco, cuyo texto dice: “Su Santidad Francisco imparte con afecto la bendición apostólica a la Sra. Ena Susana Socarras de Morelli y la encomienda al Señor pidiéndole la colme de abundantes dones de su misericordia y providencia divina, que sea ayuda constante en su vida y fuente de alegría y paz.

Mientras invoca sobre ella, la material protección de la Santísima Virgen María, bendición que extiende complacido a su familia, seres queridos y amigos que le acompañan en la celebración de sus ochenta años de vida”

En el acto social fue bien aplaudida la intervención musical del conjunto de los seminaristas, La Ruta de Fe: cantaron tres canciones, una de ella, “Tu cumpleaños” del inolvidable Diomedes Díaz.

Y al final, un opíparo almuerzo. Ena Susana irradiaba santidad, la fe alimentaba a su espíritu y a su cuerpo, porque mientras los demás almorzaban y ella solo tomó agua.

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